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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
RICARDO69
22-10-2014, 16:40:17
No señor Alcalde, Bogotá no es un buen “vividero”

Por: Juan Carlos Garzón (@JCGarzonVergara)

Según el diccionario un “vividero” es un lugar que se puede “habitar”, y Bogotá no es precisamente este tipo de urbe, especialmente para aquellos que tienen menos recursos. Por donde se le mire, la ciudad enfrenta un problema grave de seguridad, que exige una mirada más allá de los homicidios – sobre los cuales además hay indicios de que van en aumento. Las más recientes encuestas muestran que una parte significativa de las personas se sienten inseguras en la ciudad y que la victimización no cede.

Lo más grave de esta situación es que quienes se siente más inseguros y vulnerables no son lo estratos altos, sino los más desfavorecidos. Para los ciudadanos, la administración local ha tenido un pobre desempeño en este campo.

Los programas desarrollados por la Alcaldía reciben bajas calificaciones y el cumplimiento de las metas propuestas está lejos de alcanzarse. La confianza en las autoridades viene cayendo y los ciudadanos cada vez más toman medidas por su cuenta para protegerse.

Dada esta realidad, es urgente preguntarse ¿Qué podemos hacer mejor para conseguir que Bogotá sea eso que usted denomina como un buen “vividero”?

Basado en los resultados de la Encuesta de Percepción y Victimización, realizada por la Cámara de Comercio de Bogotá, el Alcalde sostiene que la percepción de que la inseguridad “ha aumentado” disminuyó. Tiene razón, mientras que el 47 por ciento de los ciudadanos sostenía esta opinión en el primer semestre de 2013, en los seis primeros meses de 2014 esta cifra bajó cuatro puntos.

Sin embargo, cuando se analiza con mayor profundidad esta percepción, se encuentra que la relativa mejoría se explica más por una sensación de mayor seguridad en los entornos privados, mientras que el miedo ha aumentado en los espacios públicos.

De manera creciente, la calle es considerada el lugar más inseguro por los capitalinos – la mitad de los ciudadanos así lo afirma. Además, la percepción de aumento de la inseguridad en el transporte público (55 por ciento) y los parques también se ha incrementado (44 por ciento).

Si además de la percepción – un indicador en el cual influyen mucho factores -, se analiza la victimización, lo que muestra la encuesta de la Cámara de Comercio es que hay un estancamiento: cuatro de cada diez personas que viven en Bogotá han sido víctimas o tienen en su entorno cercano a alguien que lo ha sido (la meta establecida por la administración local era bajar este cifra a 3 de cada diez).

Para el 75 por ciento de las víctimas que sufrieron un hurto – el delito más frecuente -, Bogotá más que un buen “vividero” es un buen “atracadero”, con una situación de seguridad que es explicada – por los propios ciudadanos - por la presencia de grupos de delincuencia común y pandillas.

Además, si bien los delitos en los cuales se usó la violencia disminuyeron, el uso de las armas de fuego en los casos de violencia aumentó de manera significativa (del 18 al 28 por ciento). La caricatura de Matador publicada en el diario El Tiempo no podría expresar de manera más clara esta problemática.

http://lasillavacia.com/sites/default/files/images/790b75bc47728f55c4d0ca262f3b8b7a(1).jpg

Dada esta situación de inseguridad, es apenas natural – e indicativo - que nueve de cada diez ciudadanos afirme haber tomado algún tipo medida para procurar su seguridad o la de su familia (la cifra más alta desde el primer semestre de 2011).

Mientras tanto, la percepción de eficacia de las instituciones públicas se ha deteriorado. A la pregunta de si considera bueno el desempeño de la labor respecto “al aporte de la seguridad en Bogotá” solo el 22 por ciento contesta afirmativamente en el caso de la Alcaldía, 27 por ciento refiriéndose a la Fiscalía y 38 por ciento a la Policía.

Adicionalmente, la percepción de que los programas de la Alcaldía ayudan a mejorar la seguridad disminuyen de manera notable: las campañas de desarme del 52 al 34 por ciento, “territorios de vida y paz” del 44 al 24 por ciento y el número de atención de emergencia 1,2,3 del 40 al 32 por ciento.

Como un agravante del descrédito institucional, de acuerdo a la encuesta de la Cámara de Comercio, los bogotanos cada vez menos acuden a las autoridades a denunciar el delito. De hecho la ciudad llegó a su segundo nivel más bajo de denuncia desde 1998 – solo dos de cada diez víctimas lo hace.

Estos datos parecen advertir que la seguridad de los Bogotanos no pasa por las instituciones sino por las medidas que toman los ciudadanos para sentirse o estar más seguros. En otras palabras, la seguridad no es un bien público, sino un bien privado al cual se puede acceder con lo que se tiene a la mano – y no todas las personas tienen los mismos recursos.

Un dato que llama la atención en este sentido es que las personas que pertenecen a los niveles socioeconómicos 5 y 6 consideran en su gran mayoría que sus barrios son seguros (73 y 61 por ciento), mientras que estos porcentajes en los estratos 1 y 2 no llegan al 30 por ciento.

Adicionalmente, al observar la Encuesta de Satisfacción y Felicidad, realizada por el Centro de Estudios de Análisis de Convivencia y Seguridad (CEACSC) de la Alcaldía, son justamente estos sectores los que están menos satisfechos con la administración de justicia y la atención que presta la policía. Además, son los estratos más bajos los que presentan los mayores niveles de desacuerdo con la frase “los servicios que brinda la Alcaldía y sus entidades en Bogotá D.C ayudan a las personas”.

Pero además, de acuerdo a los datos difundidos por el propio CEACSC, hasta mediados de septiembre el homicidio creció de forma apreciable en determinados barrios del sur de la ciudad – es decir las zonas más deprimidas. Las estadísticas muestran áreas con tasas que duplican y hasta triplican la tasa nacional –que está alrededor de 30 homicidios por cada 100.000 habitantes):

Santa Fe (con 68 homicidios por cada 100.000)
Los Mártires (58)
Ciudad Bolívar (37)
San Cristóbal (27)
Usme (21)

De hecho, un informe de la Veeduría Distrital reveló que entre enero y agosto de 2014 se registraron en Bogotá 1.548 muertes violentas, mientras en el mismo periodo de 2013 se registraron 1.494 casos.

¿Qué hacer para salir de esta situación? ¿Cómo podemos hacer de Bogotá un buen “vividero”? En términos políticos es momento de que la seguridad deje de recibir un trato de segunda. Un primer paso es tomarse en serio las recomendaciones realizadas por la Cámara de Comercio, especialmente aquellas dirigidas a afectar las redes criminales vinculadas con el hurto y la comercialización de armas de fuego.

Las operaciones realizadas contra el mercado negro de celulares son un paso positivo por parte de la Policía y la administración local, que debería también dirigirse a otras economías y nichos criminales.

Tal como lo muestra la Fundación Ideas para la Paz en su más reciente investigación sobre el homicidio en Bogotá, son justamente estos nichos los que continúan dinamizando la violencia y el crimen.

No es con más policías en las calles como se puede responder a esta situación; se necesita ganar la confianza de la ciudadanía, tener capacidad de investigación judicial y concentrar los recursos en las zonas más críticas y las bandas más perjudiciales.

Otro punto crítico es la seguridad del Transmilenio, que hasta ahora ha estado más enfocada a proteger al sistema, que a cuidar a la gente. Ocho de cada diez personas considera inseguro usar este servicio, especialmente por la ocurrencia de atracos y la presencia de delincuentes.

Respecto a la Policía, el denominado Plan Cuadrantes continúa siendo evaluado positivamente por los ciudadanos, pero en comparación con el primer semestre de 2013, ha perdido fuerza – tanto en percepción de efectividad, como en legitimidad. Tal como lo señala la Cámara de Comercio es necesario reconocer el alto nivel de demandas y expectativas ciudadanas que enfrenta la Policía. Bajo este marco, resulta clave apoyar el Modelo Cuadrantes, que ha mostrado resultados promisorios no sólo en acercar a esta institución a la ciudadanía, sino en la reducción efectiva de los delitos.

El tema es que al señor Alcalde le queda algo más de un año para que haga que ese “vividero”, en el que dice habitar, deje de ser una ciudad intimidante e insegura para buena parte de la población. Se escuchan propuestas para los próximos cuatro años.

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
PEDROELGRANDE
22-10-2014, 17:15:51
Descubrió el agua tibia el señor Juan Carlos Garzón. Bogotá para la pobresía no es un buen vividero. Para la media clase claro que Weeeeee!

Lo que sí se le nota al peridistica es su afán por seguir la tradición de hacer de TABOGO un buen nido de ratas que hacen de la ciudad un buen vividero como buen politiquero.

cianuro de vida
22-10-2014, 17:44:11
en donde van a meter los presos si no hay cárceles, quien los va juzgar si no hay justicia, el deterioro de la cultura va en picada...el problema es mas de fondo...

eddievoleibol
22-10-2014, 18:01:01
pero cuando iban a sacar a Petro..todos se iban a la plaza de Bolivar a gritarle NO SE VA al PETROLLORON.....y eso que quiere ser presidente.....juas.....