Porno involuntario o porno venganza, las nuevas amenazas a la privacidad en Internet

[Ayudante De Santa]

[INDIVIDUAL]

Este fin de semana la filtración de fotos de celebridades llegó a su nivel más alto desde que comenzó hace varios días.

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A principos de este mes, la víctima de publicación de imágenes sensuales y en desnudo fue la actriz Jennifer Lawrence y, pese a que el hecho le sirvió para ganar más popularidad, también puso en evidencia que la seguridad en la Red, en la nube, y en dispositivos no está 100 % garantizada.

Si se realizara un sondeo de cuántas personas han compartido con sus parejas fotos en las que aparecen desnudas o con poca ropa a través de dispositivos móviles, correo electrónico y otros medios, es posible que los resultados den cuenta de que la modalidad denominada ‘Sexting’ cada vez toma más fuerza entre los usuarios y su uso gana adeptos fácilmente.
Sin embargo, conceptos como porno (o sexo) involuntario y porno venganza no tienen mayor recordación en el usuario común de Internet y, pese a que están expuestos en casos como el de Lawrence, poco se sabe de la expansión que están teniendo en el mundo y las consecuencias que trae para sus víctimas.

En el caso del porno involuntario, este hace alusión a la publicación de fotos de personas que envían fotografías a sus parejas o amigos a través de sus dispositivos, aplicaciones móviles, redes sociales y correo electrónico, entre otros. En las imágenes aparecen desnudas, haciendo diferentes posiciones sexuales, con disfraces y hasta masturbándose.
Lo particular de esta práctica es que ya existen sitios web que extorsionan a los usuarios a través de la publicación de las fotos que fueron enviadas supuestamente por personas anónimas como acto de represalia frente a algún hecho. Así le pasó a Lawrence y a otras estrellas como la cantante Rihanna, la modelo Kate Upton, la cantante Avril Lavigne, la actriz Gabrielle Union, Kim Kardashian y la estrella de High School Musical, cuyas imágenes fueron robadas y colgadas en línea.

El tema ha despertado toda clase de opiniones en torno a qué tanta culpa tienen la libertad de expresión en Internet y el manejo a las restricciones legales que enmarcan el funcionamiento de los sitios web y de los contenidos que se publican a través de ellos.
“Las celebridades afectadas por este último escándalo en línea van a sobrevivir con sus carreras intactas. Tienen todo el derecho a presentar demandas legales en contra de la piratería y la invasión de la privacidad. Pero todos merecemos un Internet libre y abierto”, asegura Nick Gillespie, blogger de Time.
En el caso del porno venganza, el término hace alusión una práctica a través del cual una persona castiga a su expareja mediante la publicación de fotografías o videos grabados durante la relación. La diferencia entre un concepto y el otro es que, en el caso del primero, las fotos pueden caer en manos de alguien a través de un hackeo de un smartphone o cualquier otro dispositivo, y el segundo se refiere a un simple desquite por un malestar en las relaciones sentimentales.

Para Kelsey McKinney, analista de Vox, lo importante de ambos conceptos es preguntarse qué tanto la violación a la privacidad de la gente cada vez más famosa y poderosa eventualmente podría llamar la atención de los encargados de crear o modificar las leyes en cuanto a las libertades de la web.
En términos legales, ambas prácticas tienen vacíos jurídicos. A nivel global, pese a que existen algunas normas que se podrían hacer valer contra personas que publican fotografías de otras en la Red, el tema es tan nuevo que dichas normas en la práctica no se aplican. Sin embargo, hay movimientos en varios países que pretenden que se promulguen leyes para que se tipifique como delito la publicación de fotografías de desnudos de alguien que, sin previo consentimiento, comienzan a circular, explicó a Vox Mitchell J. Matorin, abogado especializado en propiedad intelectual, Internet y derecho informático.
A esto se suma que bajo las leyes actuales los proveedores de servicios de Internet (ISPs) tienen una inmunidad legal amplia en cuanto a las acciones que realizan sus usuarios a través de la Red. Sin embargo, dice Time, la libertad, la principal razón de Internet, se convirtió en la mayor amenaza a la expresión.
Lo cierto es que tanto el porno venganza como el porno involuntario no afectan únicamente a las celebridades mencionadas. De ambas prácticas podría ser víctima cualquier usuario que tenga a la mano un dispositivo para tomar fotos y es tal la magnitud del problema que un gigante tecnológico como Apple se ha visto afectado por cuenta de una posible responsabilidad en el caso de Lawrence, no aceptada por la compañía, por cuenta de la inseguridad en servicios como la nube.
Finalmente, aunque no hay recomendaciones garantizadas para que los usuarios reduzcan los riesgos de caer en alguna de esas práticas, no sobra seguir instrucciones relacionadas con el uso de contraseñas largas y la activación de herramientas de verificación sugeridas por los fabricantes de los dispositivos y de buenas prácticas en correos electrónicos y redes sociales.