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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
PEDROELGRANDE
27-08-2014, 23:06:25
Por: Aurelio Suárez Montoya | @AurelioSuarez | Agosto 20, 2014


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Pozo petrolero. Foto: sascha burkard

Øystein Noreng, noruego experto en economía petrolera, ha insistido en la complejidad de factores que, más allá de la oferta y de la demanda, inciden en ella. Entre dichos factores resalta la condición del recurso como no renovable y en proceso de agotamiento, la “cartelización” del sector en manos de pocas compañías y la relevante incidencia de los aspectos geopolíticos, en especial, porque los países industrializados están subordinados al suministro proveniente de los exportadores.


De la misma manera resaltan los costos de reemplazo, vinculados con el daño ambiental por contaminación; la oferta de otros energéticos sustitutos; los impactos de la demanda en los precios que esté dispuesta a pagar; la tecnología y la búsqueda de mayores inventarios y, a la vez, la incidencia del nivel —creciente o decreciente— de reservas sobre la cotización y la facilidad de acceso a yacimientos de mayor o menor costo de explotación.



Algunas naciones, como Colombia, dependen en buena medida de la suerte del petróleo. “La principal preocupación para un país petrolero, desde un punto de vista fiscal, es la volatilidad de los precios de ese producto”.[1] Y, no sólo eso, la “apertura” del sector, consolidada con la Ley 756 de 2002, al final del gobierno de Andrés Pastrana —que redujo regalías y revivió el sistema de concesiones—, es primer “imán” para atraer capitales extranjeros a la economía nacional. De hecho, la Inversión Extranjera en petróleo, entre 2002 y el primer trimestre de 2014, sumó 32.476 millones de dólares, el 30% de toda la de dicho periodo[2]. Por su parte, las exportaciones de crudo en el mismo lapso llegaron a 136.751 millones de dólares,[3] pasando de ser cerca del 20% del total exportado en 2003 a casi 50% en 2013.



Igualmente, en la última década, las regalías petroleras han oscilado, como porcentaje del PIB, entre el 0,6% y el 1,5%. El porcentaje de la operación que queda en manos del gobierno (goverment take) se ubicaba entre el 68% y el 70%, según estudio de Daniel Johnston and Company (2008), en una comparación global que contempla desde el 40% en Irlanda hasta algo más del 90% en Venezuela[4]. No obstante, el Banco de la República, en un cálculo efectivo ya para 2011, dice que es apenas del 43%, y esto lo atribuye a “que las deducciones tributarias a favor del sector de petróleo y gas, hacen que la proporción de la renta neta petrolera que le corresponde al Estado sea inferior a lo planteado en los modelos teóricos”.[5]



El incremento de todas estas variables se ha fundamentado en un crecimiento de la producción —en barriles por día— desde 578 mil a cerca de un millón, entre 2002 y 2013 y de los precios.[6] El PIB petrolero “pasó de US$ 5.108 millones en 2002 a US$ 33.118 millones en 2011. Al tomar como referencia el año 2010 y el 2002, se encuentra que ese crecimiento del 548% del valor producido fue resultado principalmente de un aumento en la cotización internacional de este bien seguido de un incremento en los niveles de producción. De hecho, para el período de análisis los precios se incrementaron en 310% y las cantidades producidas en 58%”. Más precio que cantidad.[7]



[1]http: ww.banrep .gov.co/sites/default/files/publicaciones/archivos/be_748.pdf

[2] Banrep, marzo 2014. “Flujo de Inversión Extranjera Directa por actividad económica”.

[3] Banrep, Borrador de Economía 692/2012.

[4] http:// www . shelltosea.com/content/just-how-bad-irelands-oil-gas-deal?page=9

[5]http://ww w. banrep.gov.co/sites/default/files/publicaciones/archivos/be_748.pdf

[6] ANIF, “Desempeño del Sector Minero-Energético en Colombia”, Vera Alejandro, octubre 2013.

[7]http:// www. banrep .gov.co/sites/default/files/publicaciones/archivos/be_748.pdf


No obstante, entre 2002 y 2013 se ha venido deteriorando la relación entre las importaciones de combustibles y lubricantes y las exportaciones de crudo. Dichas importaciones pasaron de ser el 3,8% de las ventas externas —a comienzos de ese periodo— a representar el 12,4% en 2007, y alcanzar el 19,6% en 2013. Es decir, si hace 12 años por cada 100 dólares petroleros exportados se importaban más de 3 en los principales derivados, en 2013 ese porcentaje se aproximó al 20%. [1] Esto refleja las compras de gasolina pero también es efecto de la necesidad de importar naftas y derivados para la explotación de crudos pesados.



Finalmente, es conveniente comparar, en términos cuantitativos, el crecimiento de las exportaciones con el de las reservas. En 2002, Colombia exportó, entre petróleo crudo y sus derivados, 20´042.176 toneladas métricas y en 2013 llegó a 47’645.668, un crecimiento del 137%; entre tanto, las reservas probadas pasaron de 1.632 millones de barriles a 2.445 millones, un incremento del 49,8%.[2] Vale notar que lo exportado está aumentando alrededor del triple de los inventarios de crudo, un hecho más que impele a encontrar nuevos y abundantes yacimientos.



Ecopetrol, el damnificado de la “locomotora”.



¿Ha tenido dicho desarrollo algún costo? Esta transformación se ha hecho a expensas de Ecopetrol, tanto por la privatización del 10% de sus acciones, lo que la obliga a estar transfiriendo utilidades a los socios, públicos y privados, limitando la posibilidad de reinversión de las mismas, como por el traslado del control del manejo de las reservas a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Estas dos reformas, la primera mediante la Ley 1118 de 2006 y la segunda con el Decreto Ley 1760 de 2003, ambas en el gobierno de Uribe, crearon “el espacio” para una mayor participación de las compañías privadas en la exploración y explotación del petróleo nacional, relegando a Ecopetrol como un “jugador” más del mercado. ¿Cuáles han sido las eventuales secuelas padecidas? El Cuadro No.1, que muestra la evolución de los principales indicadores financieros de esta empresa en los últimos seis años, induce a una respuesta.