[ Noticia ] - La Filarmónica de Bogotá, una historia trazada por la música [Archivo]

HOMER.

04-02-2012, 21:46:36

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Ya son 45 años desde que nació una de las obras maestras más sorprendentes y encantadoras en cuanto a la música nacional. Se trata de la Orquesta Filarmónica de Bogotá que en el año 1967 inició un largo y arduo camino convirtiéndose en un ícono y orgullo de la cultura capitalina y de Colombia.
La Filarmónica creció y se consolidó gracias a un grupo de melómanos, intelectuales y empresarios que iniciaron esta propuesta sonora con un conjunto de músicos, impulsados por el sueño de formar una nueva orquesta, una que llegara lejos así no existieran los recursos necesarios y fue así, con pocas posibilidades como lograron crear la Filarmónica de Bogotá.
Durante estos 45 años, la Orquesta ha interpretado grandes obras del mundo y ha sido un espacio dedicado para aquellos que quieren desarrollar su carrera musical, desde directores, compositores e intérpretes que le dan vida a este grupo.
Son 97 músicos que durante el año hacen más de 60 presentaciones con violines, violas, violonchelos, contrabajos y vientos.
Terra Colombia habló con Enrique Arturo Diemecke, actual director sinfónico de la Orquesta Filarmónica de Bogotá quien nos contó cómo ha sido el proceso de evolución del grupo y qué viene para este año.
Planes de la Filarmónica en el 2012
En el 2012 estamos celebrando los 45 años de la Filarmónica por lo que empezaremos con un homenaje a Lucho Bermúdez y la tercera sinfonía de Gustav Mahler, una obra que habla mucho sobre la niñez y la juventud, además de la esperanza de que todos despertemos en un nuevo camino. Luego de esto, vamos a tener celebraciones de las dos ‘B’ que resaltan la obra de Beethoven y Bruckner, también tenemos conciertos dedicados a música didáctica, y estamos incrementando la participación de autores colombianos, una de las metas es incluir música latinoamericana.

[Fotos] La Filarmónica abrió su temporada de conciertos con Mahler

Locaciones, conciertos y ópera
Tenemos conciertos en espacios libres, de aquí hasta junio haremos ópera, trabajaremos después con la parte sinfónica en parques, en las iglesias en Monserrate y en diciembre culminaremos con la temporada.
Posicionamiento musical y diversidad
Hacemos programas variados para abarcar todos los tipos de público, hay mucha diversidad en los gustos musicales por esto incluimos todo estilo de música, trabajamos en renacentista y barroca hasta música clásica y autores populares colombianos como lo que haremos con Lucho Bermúdez. Es de esta forma cómo la Filarmónica llega a toda la gente involucrando distintas propuestas. Lo que queremos es seguir llegando a cada espacio de Bogotá porque aquí la diversidad es gigante.
Evolución de la Filarmónica
Yo creo que hemos logrado crecer y abarcar distintos públicos primero que todo por la música, el amor que tenemos por ésta, es lo que nos hace tener energía para que no sea una rutina, asimismo la presencia que tenemos con la comunidad, el relacionarse con la ciudad es muy importante, pues así se logra que el país tenga un crecimiento. Hacemos algo muy especial y trabajar de la mano de la gente es grandísimo.
Música – Juventud – Cultura
Queremos transmitir esa pasión por la música a los jóvenes, que identifiquen que esta opción es el alimento del espíritu y que los ayudará a construir un mundo mejor, de mejorar y de lograr los retos, la Filarmónica tiene contacto con la juventud y queremos que sigan con nosotros.
El empalme con otros músicos de Bogotá nos ha ayudado a sentir que somos nosotros los que estamos dando a entender que la música es de todos.

Lo que nosotros presentamos en nuestros programas es con el fin de calmar un espíritu y de hacer mejor personas, le aconsejo a los jóvenes asistir a los conciertos y vivir esta experiencia para sentirla, hay que tener en cuenta que el concierto no son solo los músicos, es el público que con su energía hace que nuestra alma se alimente.
LAS VOCES DE LOS MÚSICOS
José Francisco Arroyo tiene 62 años, toca el violín y es el músico con más tiempo en la Filarmónica de Bogotá, este maestro nos contó cómo ha sido su vida en medio de instrumentos y partituras y cómo ha contribuido con la música.
Experiencia, música y pasión
Llegué de Ibagué a la capital cuando tenía 19 años y mi gran sueño era ingresar a la Orquesta. Logré entrar, fui el más joven durante más de 4 años y ahora soy el más viejo. La Orquesta dentro de su filosofía tiene hacer formación de los músicos jóvenes y yo hice mi formación con maestros del exterior y continué con mis estudios. Así fue como inicié mi proceso de pedagogía y me dediqué a enseñar, de hecho ya perdí la cuenta de cuántos músicos profesionales he formado.
La orquesta significa todo en la vida para mí, ingresé cuando tenía menos de 20 años y he pasado allí por 43 tocando el violín, esta es mi pasión y lo seguiré haciendo por siempre, entonces esto es todo para mí.
En un día normal en mi vida, me levanto, ensayo y empiezo con las clases, también soy maestro y enseño a niños, dirijo un proyecto con niños que es la Filarmónica Juvenil de San Cristóbal Sur y durante tres años hemos formado niños y hemos sido invitados a Cuba y distintos lugares del país.
Soy muy feliz haciendo lo que hago, para el futuro me espera lo mismo que he hecho durante más de 40 años, estar en la Filarmónica es una experiencia única, además enseñar es una labor muy enriquecedora.
Juventud, inicio y proyectos, la otra cara
Pablo Hurtado tiene 24 años y es de Pereira, toca el violín y es el músico más joven de la Filarmónica de Bogotá.
Estudié dos años en EE.UU. y llegué con muchas ganas de trabajar, apenas tuve la oportunidad me presenté a la Filarmónica y logré quedarme. Llevo aquí seis meses y la experiencia ha sido excelente, quiero quedarme en la orquesta por un tiempo y seguir creciendo como músico.

Lo que más me gusta de estar en la filarmónica es hacer música, estoy feliz con Arturo –nuestro director- porque es un aporte grandísimo a la orquesta y es una persona muy valiosa.
Espero seguir mucho tiempo en la Orquesta Filarmónica de Bogotá aunque me gustaría hacer una maestría en el exterior y regresar.