Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
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Heráclito
02-10-2017, 23:48:15
Así como en las urnas, el NO ganó en forma precaria (apenas con una ventaja del 0.25%) y el SI, con toda la maquinaria estatal a su favor, vio cómo por todo lo que había luchado se le escurría de las manos, en la práctica ni la oposición barrió a Santos, ni Santos se pudo gozar la paz.
A estas alturas del partido, ambos bandos llevan las de perder. Uribe no ha podido detener la implementación de lo acordado en La Habana y Santos no ha conseguido vender a gran parte del país el fin del conflicto armado.
Está tan enrarecido el ambiente que haber conseguido desarmar a las Farc y acordar un cese al fuego con el ELN no es motivo de alborozo. Por el contrario, la frustración de los unos es la amargura de los otros.
Un año después del No, la paz resignada
Por JUANITA LEÓN · 02 DE OCTUBRE DE 2017
http://lasillavacia.com/sites/default/files/portadas/uribefeliz_0.jpg
El 5 de octubre, luego de la victoria del No en el Plebiscito, Uribe entra al Palacio de Nariño luego de más de 5 años de no hablar con Juan Manuel Santos. Foto por: Juan Pablo Pérez
Hoy se cumple un año del triunfo del No en el plebiscito y la conclusión, en retrospectiva, es que el No ganó en las urnas pero perdió en lo esencial pues no logró impedir el Acuerdo con las Farc. Y el Sí perdió en las urnas, y ganó en lo central que era lograr el desarme de las Farc. La combinación de la victoria pírrica del No y del premio de consolación del Sí es la paz resignada que tenemos hoy.
El triunfo del No
A pesar de que el 2 de octubre de 2016, el 50,21 por ciento de los que acudieron a las urnas ese día (6’431.376 de personas) votaron en contra del Acuerdo de Paz, el acuerdo con las Farc se terminó ejecutando y en esa medida los del No ganaron el plebiscito pero perdieron.
Perdieron porque a pesar de que los promotores del No –con Álvaro Uribe a la cabeza- rechazaron el acuerdo renegociado, éste se aprobó en el Congreso con amplias mayorías, no hubo protestas callejeras, y no lograron tumbar al presidente Santos, que más bien consiguió unir transitoriamente a todos los poderes alrededor suyo, y tampoco consiguieron arruinarle su Nóbel de la Paz.
Durante todo este año, el Gobierno ha logrado sacar en el Congreso y en la Corte Constitucional el fast track, la amnistía para la mayoría de guerrilleros, la aprobación de la Jurisdicción Especial de Paz, las circunscripciones especiales para las zonas afectadas por el conflicto, que las Farc se constituyan como un partido político y el blindaje constitucional del Acuerdo.
También logró lo más importante y es que, con una verificación internacional, las Farc entregaran a la ONU 8.994 armas, 1.765.862 municiones, 38.255 kilogramos de explosivos, 11.015 granadas, 3.528 minas antipersonal. y dejaran de existir como grupo armado.
Es cierto que el desarme no fue perfecto, pues han surgido algunas disidencias, pero los reportes más pesimistas hablan de menos de 500 guerrilleros, que son menos del 6 por ciento de los desmovilizados, un porcentaje muy inferior al que suele haber en los conflictos internacionales y una fracción de las disidencias que hubo en la desmovilización paramilitar.
En términos prácticos, los que votaron No para impedir el Acuerdo y no solo para, como dice el columnista de La Silla Héctor Riveros, “para dejar una constancia política”, lograron muy poco- Quizás por lo mismo, sienten que hoy es el aniversario de un gran conejo como lo dejó claro el periodista Hassan Nassar en twitter.
Por las mismas razones que los del No se pueden sentir frustrados, los 6’377.482 colombianos que votaron a favor del Acuerdo de Paz pueden darse por bien servidos.
Las Farc están convertidas en partido político, los homicidios están a la baja, no hay nuevos soldados mutilados en el Hospital Militar, cada día hay más zonas desminadas.
Pero a otro nivel, como dice la analista Laura Gil, “el triunfo del No nos quitó la alegría de la paz”, o por lo menos del Acuerdo.
La derrota del Sí
Si el triunfo del No en las urnas tuvo algún impacto fue en la narrativa de la campaña de la coalición liderada por Álvaro Uribe.
Por ejemplo, durante este año ha logrado mantener el descrédito de la implementación, ayudada por errores del Gobierno como no haber logrado terminar todavía las zonas de concentración o no haber logrado asegurar el control territorial de las zonas abandonadas por las Farc. Y por errores de las Farc, como no haber adelantado más jornadas de perdón a las víctimas como las que hicieron en Bojayá o con los diputados del Valle.
Los promotores del No también han sido mucho más exitosos en martillar los vacíos o los "sapos" de la negociación vigentes que el gobierno o los defensores del Sí en defender las bondades de la firma del Acuerdo.
En parte esto se debe al déficit de discurso político sobre el posconflicto por parte del presidente Santos, que como dijo una alta fuente del Gobierno, “tiene un discurso casi vergonzante del Acuerdo de Paz después del triunfo del No”.
Esa falta de convicción en el discurso del Presidente tampoco ha sido compensada por el Vicepresidente Óscar Naranjo y el Alto Consejero del Posconflicto Rafael Pardo, a pesar de que tendrían varios logros qué mostrar.
“El desarme se produjo pero el espíritu nos lo robaron”, dice el jurista Iván Orozco, que asesoró la negociación de paz. “El triunfo del No ha producido una ordinarización progresiva de algo que tenía una naturaleza más fundacional”.
Muchos de los que votaron por el Sí lo hicieron convencidos de que el Acuerdo sería una oportunidad –una excusa, si se quiere- de propiciar un transformación más profunda en la democracia del país. Por ejemplo, haciendo megainversiones para cerrar la brecha con el campo o aprobando una reforma política que permitiera una competencia más equitativa para los que no tuvieran redes clientelistas
Por ahora ninguna de las dos transformaciones se avizora como posible en el corto plazo. Parte de las consecuencias del No y de la cuestionada legitimidad de haber aprobado el acuerdo renegociado en el Congreso y no mediante un nuevo plebiscito, es que el Gobierno perdió el músculo político para promover una implementación ejecutiva rápida, que aumentara la confianza en la paz dentro de la opinión pública.
El ejemplo más concreto de eso es el enredo en el que se encontraba el trámite de la ley reglamentaria de la JEP hasta esta tarde cuando se destrabó y el fallo de la Corte Constitucional sobre el fast track.
Así, a un año de una fecha clave para Colombia, el resultado del No es haber logrado el fin del conflicto armado con las Farc pero sin la emoción necesaria para convertir ese hecho histórico en un impulso para otros cambios más profundos en las vidas de todos los colombianos que aseguren una paz estable y duradera
Fuente: La Silla Vacía
A estas alturas del partido, ambos bandos llevan las de perder. Uribe no ha podido detener la implementación de lo acordado en La Habana y Santos no ha conseguido vender a gran parte del país el fin del conflicto armado.
Está tan enrarecido el ambiente que haber conseguido desarmar a las Farc y acordar un cese al fuego con el ELN no es motivo de alborozo. Por el contrario, la frustración de los unos es la amargura de los otros.
Un año después del No, la paz resignada
Por JUANITA LEÓN · 02 DE OCTUBRE DE 2017
http://lasillavacia.com/sites/default/files/portadas/uribefeliz_0.jpg
El 5 de octubre, luego de la victoria del No en el Plebiscito, Uribe entra al Palacio de Nariño luego de más de 5 años de no hablar con Juan Manuel Santos. Foto por: Juan Pablo Pérez
Hoy se cumple un año del triunfo del No en el plebiscito y la conclusión, en retrospectiva, es que el No ganó en las urnas pero perdió en lo esencial pues no logró impedir el Acuerdo con las Farc. Y el Sí perdió en las urnas, y ganó en lo central que era lograr el desarme de las Farc. La combinación de la victoria pírrica del No y del premio de consolación del Sí es la paz resignada que tenemos hoy.
El triunfo del No
A pesar de que el 2 de octubre de 2016, el 50,21 por ciento de los que acudieron a las urnas ese día (6’431.376 de personas) votaron en contra del Acuerdo de Paz, el acuerdo con las Farc se terminó ejecutando y en esa medida los del No ganaron el plebiscito pero perdieron.
Perdieron porque a pesar de que los promotores del No –con Álvaro Uribe a la cabeza- rechazaron el acuerdo renegociado, éste se aprobó en el Congreso con amplias mayorías, no hubo protestas callejeras, y no lograron tumbar al presidente Santos, que más bien consiguió unir transitoriamente a todos los poderes alrededor suyo, y tampoco consiguieron arruinarle su Nóbel de la Paz.
Durante todo este año, el Gobierno ha logrado sacar en el Congreso y en la Corte Constitucional el fast track, la amnistía para la mayoría de guerrilleros, la aprobación de la Jurisdicción Especial de Paz, las circunscripciones especiales para las zonas afectadas por el conflicto, que las Farc se constituyan como un partido político y el blindaje constitucional del Acuerdo.
También logró lo más importante y es que, con una verificación internacional, las Farc entregaran a la ONU 8.994 armas, 1.765.862 municiones, 38.255 kilogramos de explosivos, 11.015 granadas, 3.528 minas antipersonal. y dejaran de existir como grupo armado.
Es cierto que el desarme no fue perfecto, pues han surgido algunas disidencias, pero los reportes más pesimistas hablan de menos de 500 guerrilleros, que son menos del 6 por ciento de los desmovilizados, un porcentaje muy inferior al que suele haber en los conflictos internacionales y una fracción de las disidencias que hubo en la desmovilización paramilitar.
En términos prácticos, los que votaron No para impedir el Acuerdo y no solo para, como dice el columnista de La Silla Héctor Riveros, “para dejar una constancia política”, lograron muy poco- Quizás por lo mismo, sienten que hoy es el aniversario de un gran conejo como lo dejó claro el periodista Hassan Nassar en twitter.
Por las mismas razones que los del No se pueden sentir frustrados, los 6’377.482 colombianos que votaron a favor del Acuerdo de Paz pueden darse por bien servidos.
Las Farc están convertidas en partido político, los homicidios están a la baja, no hay nuevos soldados mutilados en el Hospital Militar, cada día hay más zonas desminadas.
Pero a otro nivel, como dice la analista Laura Gil, “el triunfo del No nos quitó la alegría de la paz”, o por lo menos del Acuerdo.
La derrota del Sí
Si el triunfo del No en las urnas tuvo algún impacto fue en la narrativa de la campaña de la coalición liderada por Álvaro Uribe.
Por ejemplo, durante este año ha logrado mantener el descrédito de la implementación, ayudada por errores del Gobierno como no haber logrado terminar todavía las zonas de concentración o no haber logrado asegurar el control territorial de las zonas abandonadas por las Farc. Y por errores de las Farc, como no haber adelantado más jornadas de perdón a las víctimas como las que hicieron en Bojayá o con los diputados del Valle.
Los promotores del No también han sido mucho más exitosos en martillar los vacíos o los "sapos" de la negociación vigentes que el gobierno o los defensores del Sí en defender las bondades de la firma del Acuerdo.
En parte esto se debe al déficit de discurso político sobre el posconflicto por parte del presidente Santos, que como dijo una alta fuente del Gobierno, “tiene un discurso casi vergonzante del Acuerdo de Paz después del triunfo del No”.
Esa falta de convicción en el discurso del Presidente tampoco ha sido compensada por el Vicepresidente Óscar Naranjo y el Alto Consejero del Posconflicto Rafael Pardo, a pesar de que tendrían varios logros qué mostrar.
“El desarme se produjo pero el espíritu nos lo robaron”, dice el jurista Iván Orozco, que asesoró la negociación de paz. “El triunfo del No ha producido una ordinarización progresiva de algo que tenía una naturaleza más fundacional”.
Muchos de los que votaron por el Sí lo hicieron convencidos de que el Acuerdo sería una oportunidad –una excusa, si se quiere- de propiciar un transformación más profunda en la democracia del país. Por ejemplo, haciendo megainversiones para cerrar la brecha con el campo o aprobando una reforma política que permitiera una competencia más equitativa para los que no tuvieran redes clientelistas
Por ahora ninguna de las dos transformaciones se avizora como posible en el corto plazo. Parte de las consecuencias del No y de la cuestionada legitimidad de haber aprobado el acuerdo renegociado en el Congreso y no mediante un nuevo plebiscito, es que el Gobierno perdió el músculo político para promover una implementación ejecutiva rápida, que aumentara la confianza en la paz dentro de la opinión pública.
El ejemplo más concreto de eso es el enredo en el que se encontraba el trámite de la ley reglamentaria de la JEP hasta esta tarde cuando se destrabó y el fallo de la Corte Constitucional sobre el fast track.
Así, a un año de una fecha clave para Colombia, el resultado del No es haber logrado el fin del conflicto armado con las Farc pero sin la emoción necesaria para convertir ese hecho histórico en un impulso para otros cambios más profundos en las vidas de todos los colombianos que aseguren una paz estable y duradera
Fuente: La Silla Vacía
Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
MEMIN
03-10-2017, 10:21:02
hay q ser objetivos y dejar las pasiones políticas, las cifras de violencia, muertos en combate, desplazados y víctimas de minas han bajado sustancialmente, a costa de que? Ya lo estamos empezando a ver con la impunidad de muchos bandidos.... entonces poniendo todo ese contexto en una balanza que pesa más? Por otro lado el conflicto dejó de ser el tema de ocupación número uno y ahora el tema es el destape de la corrupción..personalmente estos escándalos sirven para limpiar las instituciones depurando las manzanas podridas y mejorando todo.
+Wilfred
03-10-2017, 10:45:53
hay q ser objetivos y dejar las pasiones políticas, las cifras de violencia, muertos en combate, desplazados y víctimas de minas han bajado sustancialmente, a costa de que? Ya lo estamos empezando a ver con la impunidad de muchos bandidos.... entonces poniendo todo ese contexto en una balanza que pesa más? Por otro lado el conflicto dejó de ser el tema de ocupación número uno y ahora el tema es el destape de la corrupción..personalmente estos escándalos sirven para limpiar las instituciones depurando las manzanas podridas y mejorando todo.Yo reconozco que a pesar de todo, algo bueno ha salido de ese acuerdo, como la desmovilización de una buena parte de las FARC, la entrega de armas (aunque no haya sido suficiente) y la reducción de la violencia en ciertas partes. Sin embargo, el tema de la impunidad sigue siendo el más álgido y el que más escepticismo despierta, más ahora con la conformación del tribunal de la JEP, compuesta en su gran mayoría por individuos que pueden ejercer su labor con cierto sesgo político.
Sin justicia no puede haber paz, y es algo que muchos se rehúsan a entender (porque de poder pueden, pero no quieren).
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Sin justicia no puede haber paz, y es algo que muchos se rehúsan a entender (porque de poder pueden, pero no quieren).
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cesar coy
03-10-2017, 12:07:17
Yo reconozco que a pesar de todo, algo bueno ha salido de ese acuerdo, como la desmovilización de una buena parte de las FARC, la entrega de armas (aunque no haya sido suficiente) y la reducción de la violencia en ciertas partes. Sin embargo, el tema de la impunidad sigue siendo el más álgido y el que más escepticismo despierta, más ahora con la conformación del tribunal de la JEP, compuesta en su gran mayoría por individuos que pueden ejercer su labor con cierto sesgo político.
Sin justicia no puede haber paz, y es algo que muchos se rehúsan a entender (porque de poder pueden, pero no quieren).
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No la habrá inmediatamente, eso es cierto. Pero es más facil buscarla en un entorno de plena legalidad donde todo el mundo pueda acudir a las autoridades que en medio de una plomacera la berraca donde muchas de ellas se comportan igual que los bandidos que combaten.
Sin justicia no puede haber paz, y es algo que muchos se rehúsan a entender (porque de poder pueden, pero no quieren).
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No la habrá inmediatamente, eso es cierto. Pero es más facil buscarla en un entorno de plena legalidad donde todo el mundo pueda acudir a las autoridades que en medio de una plomacera la berraca donde muchas de ellas se comportan igual que los bandidos que combaten.
Marinero Falton
03-10-2017, 12:29:44
No la habrá inmediatamente, eso es cierto. Pero es más facil buscarla en un entorno de plena legalidad donde todo el mundo pueda acudir a las autoridades que en medio de una plomacera la berraca donde muchas de ellas se comportan igual que los bandidos que combaten.
Pasamos de un gobierno que se defendía de un estado parásito terrorista en construcción (jaaaar), a un gobierno que dijo "nahh no puedo con estos delincuentes, vamos a montarlos al poder de una vez, pero que nos dejen de su platica mal habida para vivir en Francia como monarcas por varias generaciones. ¿Cómo lo hacemos? Vamos a inventarnos el cuento de la paz y el que se oponga es enemigo de la paz y listo, los de aca son bobos, les dejamos el mierdero y para cuendo se den cuenta, estaremos relajados en Francia" :L
Pasamos de un gobierno que se defendía de un estado parásito terrorista en construcción (jaaaar), a un gobierno que dijo "nahh no puedo con estos delincuentes, vamos a montarlos al poder de una vez, pero que nos dejen de su platica mal habida para vivir en Francia como monarcas por varias generaciones. ¿Cómo lo hacemos? Vamos a inventarnos el cuento de la paz y el que se oponga es enemigo de la paz y listo, los de aca son bobos, les dejamos el mierdero y para cuendo se den cuenta, estaremos relajados en Francia" :L
RICARDO69
03-10-2017, 13:20:24
Vergüenza debería darles recordar una fecha tan nefasta para la democracia colombiana. Celebran el aniversario de la consolidación de la tiranía y de la dictadura.
¿No que son demócratas?
¿Cómo se les ocurre celebrar cuando el gobierno se burló del pueblo y de su decisión soberana?
¡Tienen abono en la cabeza!
¿No que son demócratas?
¿Cómo se les ocurre celebrar cuando el gobierno se burló del pueblo y de su decisión soberana?
¡Tienen abono en la cabeza!
Heráclito
03-10-2017, 13:31:12
No la habrá inmediatamente, eso es cierto. Pero es más facil buscarla en un entorno de plena legalidad donde todo el mundo pueda acudir a las autoridades que en medio de una plomacera la berraca donde muchas de ellas se comportan igual que los bandidos que combaten.
Es la diferencia entre el Estado de derecho y el Estado de opinión de los populistas para quienes la única ley son los aplausos del gentío ebrio de dogmas e instintos primarios.
Es la diferencia entre el Estado de derecho y el Estado de opinión de los populistas para quienes la única ley son los aplausos del gentío ebrio de dogmas e instintos primarios.
SpitfireII
03-10-2017, 14:06:46
Ninguno de los apologistas del gobierno ha tocado el tema central: El del NARCOTRÁFICO. ¿Por qué? ¿Por qué, si hablan tanto de la "lucha contra la corrupción"?
¿Por qué no intentan conseguir una muestra de más de 26 mil ciudadanos en la que constanten o no el apoyo a este MEGAacuerdo de paz tan decisivo en la historia de la humanidad y tan pero tan positivo para Colombia?
Por ahí se consiguieron una muestra de más de 26 mil ciudadanos que da a entender que la gente no gusta del sonsonete de izquierda, en línea con los resultados del 2 de octubre del año pasado.
https://s1.postimg.org/7nzxlgwwvz/gsadgsa.png
¿Por qué no intentan conseguir una muestra de más de 26 mil ciudadanos en la que constanten o no el apoyo a este MEGAacuerdo de paz tan decisivo en la historia de la humanidad y tan pero tan positivo para Colombia?
Por ahí se consiguieron una muestra de más de 26 mil ciudadanos que da a entender que la gente no gusta del sonsonete de izquierda, en línea con los resultados del 2 de octubre del año pasado.
https://s1.postimg.org/7nzxlgwwvz/gsadgsa.png
cesar coy
03-10-2017, 16:12:06
¿Y es que acaso mientras viviamos en la eterna plomacera no estabamos también cundidos de narcotrafico? ¿Escobar & Cia solo florecieron bajo el amparo del Gobierno de FarcSantos?
Mejor ni les cuento a estos indignados con el narcotrafico quien fue el Director de la Aerocivil que permitió que el cielo de Colombia se llenara de avionetas cargadas de coca.
Mejor ni les cuento a estos indignados con el narcotrafico quien fue el Director de la Aerocivil que permitió que el cielo de Colombia se llenara de avionetas cargadas de coca.
Heráclito
03-10-2017, 17:21:06
¿Y es que acaso mientras viviamos en la eterna plomacera no estabamos también cundidos de narcotrafico? ¿Escobar & Cia solo florecieron bajo el amparo del Gobierno de FarcSantos?
Mejor ni les cuento a estos indignados con el narcotrafico quien fue el Director de la Aerocivil que permitió que el cielo de Colombia se llenara de avionetas cargadas de coca.
Vivimos en un eterno presente, fruto de la amnesia crónica que nos acompaña desde siempre.
Mejor ni les cuento a estos indignados con el narcotrafico quien fue el Director de la Aerocivil que permitió que el cielo de Colombia se llenara de avionetas cargadas de coca.
Vivimos en un eterno presente, fruto de la amnesia crónica que nos acompaña desde siempre.
Marinero Falton
03-10-2017, 18:27:33
Vivimos en un eterno presente, fruto de la amnesia crónica que nos acompaña desde siempre.
Siempre pensaré que es mejor vivir libre que vivir en paz. Por lo menos siendo libre se puede luchar, los prisioneros viven en "paz" no?
Siempre pensaré que es mejor vivir libre que vivir en paz. Por lo menos siendo libre se puede luchar, los prisioneros viven en "paz" no?
SpitfireII
03-10-2017, 19:10:28
Mejor ni les cuento a estos indignados con el narcotrafico quien fue el Director de la Aerocivil que permitió que el cielo de Colombia se llenara de avionetas cargadas de coca.
Cuénteme entonces César por qué Trump se la monta a Santos, Clinton a Samper y ninguno de los dos a Uribe, si es el que desde la Aerocivil permitía cosas este "gran narcotraficante"
Someto a prueba su evidente escasez de sentido común.
¿A quién en Colombia le servirá el rumor falto de fundamento pero provisto de fácil difusión?
Cuénteme entonces César por qué Trump se la monta a Santos, Clinton a Samper y ninguno de los dos a Uribe, si es el que desde la Aerocivil permitía cosas este "gran narcotraficante"
Someto a prueba su evidente escasez de sentido común.
¿A quién en Colombia le servirá el rumor falto de fundamento pero provisto de fácil difusión?
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