Mi cuñada Daniela

[Ayudante De Santa]

[blanco68]

Voy a contarles acerca de mi cuñada Daniela, cuando la conocí ella tenia 19 años, mis suegros no vivían en la misma ciudad que nosotros, cuando mi mujer y yo nos casamos nos dijeron que podíamos compartir el departamento que tenían libre con mi cunada, nunca imagine lo que vendría, Daniela era mas joven y mas bonita que mi mujer, ademá
s de tener un cuerpo increíble, era muy sana y jugaba en un equipo de voleibol, tenia un carácter especial y síndrome de princesa, pero la convivencia no era mala, mi esposa y Dani trabajaban durante la mañana y yo por las tardes, mi mujer era la primera en salir alrededor de las 7:00 a.m. mi cunada entraba al trabajo a las 9:00 a.m. y yo supuestamente dormía, un día cuando mi esposa ya se había ido escuche el ruido de la regadera, salí del dormitorio sin hacer ruido y me dirigí al baño, espié por el ojo de la cerradura y pude ver a Daniela en la ducha, el corazón me latía fuerte, la pija se me puso dura al observarla totalmente desnuda a menos de 3 metros, recorrí su cuerpo con la mirada, pezones pequenos y tetas de tamaño mediano y firmes, tenia un culo perfecto y la concha cuidadosamente depilada, la veía enjabonarse y eso me excitaba aun mas, verla lavándose la vagina era un espectáculo que me agitaba la respiración, termino de ducharse la observe secarse el cuerpo y cuando se puso la bombacha, volví al dormitorio y pretendí que seguía durmiendo, al rato la escuche salir rumbo al trabajo, me masturbe recordándola, así fue como comenzó la historia que duro mas de un ano en el que vivimos juntos, cada mañana me levantaba a verla bañarse, conocia su rutina y fui ajustando los tiempos para poder prolongar el espectáculo que me ofrecía cada día, así fue como logre verla desde que empezaba a quitarse el pijama, hasta que terminaba de ducharse y comenzaba a vestirse, los mejores días era cuando se depilaba, la ducha duraba mas y la observaba enjabonarse las piernas y rasurarlas me gustaba ver como con una mano se estiraba la concha y con la otra se pasaba la maquina de afeitar por los costados, se dejaba solo un pequeño triangulo de vello perfectamente delineado, como les mencionaba ella era especial y muy celosa de sus cosas, no compartíamos casi nada, tenia su propio jabón que guardaba en una jabonera en el closet de su dormitorio, un día cuando ya había partido, entre en su habitación abrí el closet y lo revise por completo, encontré su jabonera la abrí, el jabón todavía estaba mojado y tenia una capa ligeramente babosa, que parecía semen, eso me dio una idea, me saque la pija y me hice una paja en su jabón, lo deje lleno de leche, lo guarde y lo deje secar, a la mañana siguiente me causo mucho placer verla en la ducha lavándose la cara, pasándoselo por el cuerpo, poco a poco se me fueron ocurriendo otras cosas, algunas veces acababa en su shampoo, otras en su crema corporal y hasta su lápiz labial lo pase por la cabeza de mi verga, me gustaba tomar su cepillo de dientes y pasármelo por los huevos, luego le depositaba un par de gotas de semen, me deleitaba verla cuando después de comer iba al baño a lavarse la boca, me gustaba “casualmente” pasar por el corredor y verla cepillándose con mi esperma, muchas mananas después de verla ducharse y después de escucharla partir, abría el cajón donde guardaba su ropa interior, elegía alguna de sus bombachas me la ponía alrededor de la pija y me masturbaba, dejándole siempre una buena acabada en la parte que estaba en contacto con sus labios vaginales, en algunas ocasiones todas sus bombachas llegaron a estar impregnadas con mi semen, me gustaba en especial hacerlo cuando compraba nuevas, llegue a conocer tan bien su ropa interior que podía saber que estaba usando ese día, me daba mucho placer pensar en ella dando clase y saber que mi semen lo tenia puesto, algunas veces acababa en sus corpiños también, sabia que esa tarde en el entrenamiento de volley el sudor de sus tetas se mezclaría con mi semen. Tenia unos jeans ajustados que me di cuenta eran sus favoritos cuando los viernes a la noche iba a bailar, una mañana los puse sobre su cama y acabe en la parte del culo, disfrute mucho ese viernes viéndola despedirse y sin percatarse salir del departamento con una mancha de semen entre las nalgas, que no era evidente, pero que viéndola bien se podía notar, siempre se me ocurrían cosas nuevas, una ocasion durante una semana completa acabe varias veces en su almohada.me excitaba pensar como pasaba la noche con mi esperma en la cara. En una ocasion con una navaja de afeitar corte casi todos los hilos del broche de uno de sus corpiños dejando solo lo suficiente para sujetar mínimamente, esa semana mi mujer que todo me decía, me contó riéndose sobre el “accidente” que había tenido mi cunada y de la vergüenza que paso cuando apenas había empezado a trabajar y el broche del corpiño se le descoció sin quedarle otra opción que ir al baño y quitárselo y de como sus compañeros de trabajo se habían percatado y disimuladamente le miraban los pezones marcados en la remera. Dani tomaba yogur regularmente, en repetidas ocasiones iba a la heladera destapaba el tarro que era de un litro y le descargababa todo el esperma que podía, lo mezclaba bien y esperaba el momento, cuando la escuchaba en la cocina iba a conversar con ella, la veía servirse un vaso lleno y le sonreía mientras la observaba comer mi leche a cucharadas, me daba mucho morbo cuando me devolvía la sonrisa, cuando le quedaba un poco en los labios y lo limpiaba con la lengua, así en repetidas ocasiones, mirándola a los ojos la vi tragar mi esperma, todos los días le agregaba una buena carga y en una ocasion pensé que se había dado cuenta, era el ultimo vaso y parecía contener mas semen que yogur, tomo la primer cucharada, en la segunda pareció detenerse y saborearlo lentamente me miro y me dijo “sabe raro” tome el tarro, mire la fecha de caducidad, simule olerlo y le dije, todavía esta bueno" increíblemente y para mi placer, se comió hasta la ultima cucharada, seguí haciéndolo muchas veces mas, pero fui mas cuidadoso con las dosis.

Mi esposa que era la mayor era la que supuestamente estaba a cargo del departamento, el novio de mi cunada estudiaba en otra provincia y venia casi todos los fines de semana a verla, un día Daniela le pregunto si su novio podía quedarse a dormir, mi mujer riendo le contesto que si, que no había problema, la cabeza se me puso a mil, nuestras camas eran viejas y hacían ruido, Daniela y su novio pensaron que era una buena idea tirar el colchón en el piso y para mi fortuna el único espacio en donde podían hacerlo era frente a la puerta del dormitorio, un fin de semana estábamos los cuatro en el departamento, mi mujer y yo mirábamos televisión en el living y Daniela y su novio encerrados en su habitación “estudiando” fui hacia nuestro dormitorio que era contiguo y no escuche nada, eche un rápido vistazo por el ojo de la cerradura y lo primero que vi fue el cabello negro y ondulado de mi cunada, su espalda y al descender la mirada, vi sus nalgas abiertas y la pija del novio adentro, lo montaba y yo temblaba de gusto viéndola por primera vez coger, era algo que no me podía perder, con el pretexto que no había mucho en la heladera, le pedí a mi esposa que fuera almacén a buscar algo para comer, yo sabia que eso me daría por lo menos 10 minutos, cuando salio me dirigí de nuevo a la puerta de la habitación y al mirar, Dani había cambiado de posición, seguía montando pero se había dado vuelta y pude ver su rostro, los ojos cerrados, el ceno fruncido, su gesto de placer hasta hoy lo recuerdo, si acercaba el oído a la cerradura podía escuchar su respiración agitada y sus gemidos, el novio la sujetaba por las tetas y le pellizcaba los pezones que se veían duros y erectos, seguí descendiendo la vista y podía ver el movimiento de sus caderas y los huevos golpeándole la concha, todo eso a dos pasos y con solo una puerta de por medio, mi mujer demoro mas de lo que había pensado lo que me permitió continuar viendo el show que me estaban ofreciendo, así cogieron durante algunos minutos hasta que la vi nuevamente darse vuelta y quedar en cuatro encima de su novio, nunca antes la había visto así, las piernas abiertas, las nalgas al aire y el novio que las masajeaba, se las separaba y me ofrecía, sin saber, un espectáculo por demás excitante, podía ver el ano de Daniela abriéndose y cerrándose, sus contracciones y la concha empapada, abierta, escuche la llave entrando en la cerradura del departamento, era mi mujer que regresaba, me metí al baño y espere hasta que mi erección desapareció, Era primera vez que la veía coger pero sabia que no seria la ultima, durante ese ano la vi cojer en todas las posiciones imaginables, una de mis favoritas era cuando tirada boca arriba ponía las piernas alrededor del cuello de su novio y este la bombeaba duro podía ver el semen saliendo de su concha y mojándole el ano expuesto, sus gemidos me hacían saber lo mucho que gozaba.. Fue uno de los años mas placenteros de mi vida, durante la semana la veía a Dani bañarse y los fines de semana coger, después de mi esposa, es mi bonita cunada la mujer que mas veces he visto desnuda.

[Ayudante De Santa]

[blanco68]

Por favor deja tus comentarios

[D3XXX]

interesante lectura, me agrado

[blanco68]

interesante lectura, me agrado

Gracias por tu comentario son muy buenos recuerdos

[¡¡Bogotano!!]

yo le hubiera puesto escopolamina en ese yogurt y le hubiera metido severa culiadas jajaja

[visi]

Precioso relato deseo y espero que en algún momento puedas coger con ella como lo hace su novio.

[charliej]

Buen relato y no hizo algun asercamiento???

[parolito]

yo le hubiera puesto escopolamina en ese yogurt y le hubiera metido severa culiadas jajaja
lo mismo pense yo al leer el relato juajuajua......que alegria no ser el uniko hp pervertido de este grupo juajuajua

[halarcon]

Buen relato, linda experiencia

[Alexruizm17]

Voy a contarles acerca de mi cuñada Daniela, cuando la conocí ella tenia 19 años, mis suegros no vivían en la misma ciudad que nosotros, cuando mi mujer y yo nos casamos nos dijeron que podíamos compartir el departamento que tenían libre con mi cunada, nunca imagine lo que vendría, Daniela era mas joven y mas bonita que mi mujer, ademá
s de tener un cuerpo increíble, era muy sana y jugaba en un equipo de voleibol, tenia un carácter especial y síndrome de princesa, pero la convivencia no era mala, mi esposa y Dani trabajaban durante la mañana y yo por las tardes, mi mujer era la primera en salir alrededor de las 7:00 a.m. mi cunada entraba al trabajo a las 9:00 a.m. y yo supuestamente dormía, un día cuando mi esposa ya se había ido escuche el ruido de la regadera, salí del dormitorio sin hacer ruido y me dirigí al baño, espié por el ojo de la cerradura y pude ver a Daniela en la ducha, el corazón me latía fuerte, la pija se me puso dura al observarla totalmente desnuda a menos de 3 metros, recorrí su cuerpo con la mirada, pezones pequenos y tetas de tamaño mediano y firmes, tenia un culo perfecto y la concha cuidadosamente depilada, la veía enjabonarse y eso me excitaba aun mas, verla lavándose la vagina era un espectáculo que me agitaba la respiración, termino de ducharse la observe secarse el cuerpo y cuando se puso la bombacha, volví al dormitorio y pretendí que seguía durmiendo, al rato la escuche salir rumbo al trabajo, me masturbe recordándola, así fue como comenzó la historia que duro mas de un ano en el que vivimos juntos, cada mañana me levantaba a verla bañarse, conocia su rutina y fui ajustando los tiempos para poder prolongar el espectáculo que me ofrecía cada día, así fue como logre verla desde que empezaba a quitarse el pijama, hasta que terminaba de ducharse y comenzaba a vestirse, los mejores días era cuando se depilaba, la ducha duraba mas y la observaba enjabonarse las piernas y rasurarlas me gustaba ver como con una mano se estiraba la concha y con la otra se pasaba la maquina de afeitar por los costados, se dejaba solo un pequeño triangulo de vello perfectamente delineado, como les mencionaba ella era especial y muy celosa de sus cosas, no compartíamos casi nada, tenia su propio jabón que guardaba en una jabonera en el closet de su dormitorio, un día cuando ya había partido, entre en su habitación abrí el closet y lo revise por completo, encontré su jabonera la abrí, el jabón todavía estaba mojado y tenia una capa ligeramente babosa, que parecía semen, eso me dio una idea, me saque la pija y me hice una paja en su jabón, lo deje lleno de leche, lo guarde y lo deje secar, a la mañana siguiente me causo mucho placer verla en la ducha lavándose la cara, pasándoselo por el cuerpo, poco a poco se me fueron ocurriendo otras cosas, algunas veces acababa en su shampoo, otras en su crema corporal y hasta su lápiz labial lo pase por la cabeza de mi verga, me gustaba tomar su cepillo de dientes y pasármelo por los huevos, luego le depositaba un par de gotas de semen, me deleitaba verla cuando después de comer iba al baño a lavarse la boca, me gustaba “casualmente” pasar por el corredor y verla cepillándose con mi esperma, muchas mananas después de verla ducharse y después de escucharla partir, abría el cajón donde guardaba su ropa interior, elegía alguna de sus bombachas me la ponía alrededor de la pija y me masturbaba, dejándole siempre una buena acabada en la parte que estaba en contacto con sus labios vaginales, en algunas ocasiones todas sus bombachas llegaron a estar impregnadas con mi semen, me gustaba en especial hacerlo cuando compraba nuevas, llegue a conocer tan bien su ropa interior que podía saber que estaba usando ese día, me daba mucho placer pensar en ella dando clase y saber que mi semen lo tenia puesto, algunas veces acababa en sus corpiños también, sabia que esa tarde en el entrenamiento de volley el sudor de sus tetas se mezclaría con mi semen. Tenia unos jeans ajustados que me di cuenta eran sus favoritos cuando los viernes a la noche iba a bailar, una mañana los puse sobre su cama y acabe en la parte del culo, disfrute mucho ese viernes viéndola despedirse y sin percatarse salir del departamento con una mancha de semen entre las nalgas, que no era evidente, pero que viéndola bien se podía notar, siempre se me ocurrían cosas nuevas, una ocasion durante una semana completa acabe varias veces en su almohada.me excitaba pensar como pasaba la noche con mi esperma en la cara. En una ocasion con una navaja de afeitar corte casi todos los hilos del broche de uno de sus corpiños dejando solo lo suficiente para sujetar mínimamente, esa semana mi mujer que todo me decía, me contó riéndose sobre el “accidente” que había tenido mi cunada y de la vergüenza que paso cuando apenas había empezado a trabajar y el broche del corpiño se le descoció sin quedarle otra opción que ir al baño y quitárselo y de como sus compañeros de trabajo se habían percatado y disimuladamente le miraban los pezones marcados en la remera. Dani tomaba yogur regularmente, en repetidas ocasiones iba a la heladera destapaba el tarro que era de un litro y le descargababa todo el esperma que podía, lo mezclaba bien y esperaba el momento, cuando la escuchaba en la cocina iba a conversar con ella, la veía servirse un vaso lleno y le sonreía mientras la observaba comer mi leche a cucharadas, me daba mucho morbo cuando me devolvía la sonrisa, cuando le quedaba un poco en los labios y lo limpiaba con la lengua, así en repetidas ocasiones, mirándola a los ojos la vi tragar mi esperma, todos los días le agregaba una buena carga y en una ocasion pensé que se había dado cuenta, era el ultimo vaso y parecía contener mas semen que yogur, tomo la primer cucharada, en la segunda pareció detenerse y saborearlo lentamente me miro y me dijo “sabe raro” tome el tarro, mire la fecha de caducidad, simule olerlo y le dije, todavía esta bueno" increíblemente y para mi placer, se comió hasta la ultima cucharada, seguí haciéndolo muchas veces mas, pero fui mas cuidadoso con las dosis.

Mi esposa que era la mayor era la que supuestamente estaba a cargo del departamento, el novio de mi cunada estudiaba en otra provincia y venia casi todos los fines de semana a verla, un día Daniela le pregunto si su novio podía quedarse a dormir, mi mujer riendo le contesto que si, que no había problema, la cabeza se me puso a mil, nuestras camas eran viejas y hacían ruido, Daniela y su novio pensaron que era una buena idea tirar el colchón en el piso y para mi fortuna el único espacio en donde podían hacerlo era frente a la puerta del dormitorio, un fin de semana estábamos los cuatro en el departamento, mi mujer y yo mirábamos televisión en el living y Daniela y su novio encerrados en su habitación “estudiando” fui hacia nuestro dormitorio que era contiguo y no escuche nada, eche un rápido vistazo por el ojo de la cerradura y lo primero que vi fue el cabello negro y ondulado de mi cunada, su espalda y al descender la mirada, vi sus nalgas abiertas y la pija del novio adentro, lo montaba y yo temblaba de gusto viéndola por primera vez coger, era algo que no me podía perder, con el pretexto que no había mucho en la heladera, le pedí a mi esposa que fuera almacén a buscar algo para comer, yo sabia que eso me daría por lo menos 10 minutos, cuando salio me dirigí de nuevo a la puerta de la habitación y al mirar, Dani había cambiado de posición, seguía montando pero se había dado vuelta y pude ver su rostro, los ojos cerrados, el ceno fruncido, su gesto de placer hasta hoy lo recuerdo, si acercaba el oído a la cerradura podía escuchar su respiración agitada y sus gemidos, el novio la sujetaba por las tetas y le pellizcaba los pezones que se veían duros y erectos, seguí descendiendo la vista y podía ver el movimiento de sus caderas y los huevos golpeándole la concha, todo eso a dos pasos y con solo una puerta de por medio, mi mujer demoro mas de lo que había pensado lo que me permitió continuar viendo el show que me estaban ofreciendo, así cogieron durante algunos minutos hasta que la vi nuevamente darse vuelta y quedar en cuatro encima de su novio, nunca antes la había visto así, las piernas abiertas, las nalgas al aire y el novio que las masajeaba, se las separaba y me ofrecía, sin saber, un espectáculo por demás excitante, podía ver el ano de Daniela abriéndose y cerrándose, sus contracciones y la concha empapada, abierta, escuche la llave entrando en la cerradura del departamento, era mi mujer que regresaba, me metí al baño y espere hasta que mi erección desapareció, Era primera vez que la veía coger pero sabia que no seria la ultima, durante ese ano la vi cojer en todas las posiciones imaginables, una de mis favoritas era cuando tirada boca arriba ponía las piernas alrededor del cuello de su novio y este la bombeaba duro podía ver el semen saliendo de su concha y mojándole el ano expuesto, sus gemidos me hacían saber lo mucho que gozaba.. Fue uno de los años mas placenteros de mi vida, durante la semana la veía a Dani bañarse y los fines de semana coger, después de mi esposa, es mi bonita cunada la mujer que mas veces he visto desnuda.
Quiero conocer a Daniela, me imagine todo el cuento (y)

[INDIVIDUAL]

Esta man está enfermo y algún no le hizo anda XD

[Relojes02]

Genial relato

[cheker86]

Pajuelin

Enviado desde mi HUAWEI GRA-L09 mediante Tapatalk

[anmalobo]

buen relato

[espia88]

mandame inbox cambiamos experiencias, tengo muy parecidas a tu relato incluso he grabado videos

[JAICALES]

esta man está enfermo y algún no le hizo anda xd

pense lo mismo, el man esta enfermo