Blindajes que matan

[Ayudante De Santa]

[pipe333]

Blindajes que matan

Las triquiñuelas anunciadas los ponen en grave peligro jurídico nacional e internacional.


Pusieron el grito en el cielo ante el esperpento constitucional de blindaje de acuerdos que anunciaron la semana pasada amigos declarados del proceso, como la senadora Claudia López, exministros de Santos, como Juan Carlos Esguerra, constitucionalistas reputados, como Jaime Castro, columnistas reconocidos, como Rafael Nieto, entre miles de voces más. También lo hicieron, claro está, el Centro democrático, el Procurador y respetados académicos.


Y es que sacaría cero en su calificación cualquier estudiante primíparo de derecho constitucional que diga que en séptimo debate de un acto legislativo se puede súbitamente meter un artículo de profundas implicaciones y con un mandato afanado para que sea pupitreado. Eso, con todas sus letras, se llama la violación del principio de consecutividad.



Ni siquiera a Maduro se le había ocurrido reformar la Constitución desconociendo los debates que la misma Constitución manda. Los senadores fueron pisoteados e ignorados de manera que ya nada pueden decir, ni proponer, ni mucho menos votar cuando se introduce el nuevo artículo que erige en constituyentes y congresistas privilegiados a los miembros de las Farc sin que nadie los haya elegido y sin que hayan dejado, tampoco, las armas, ni el narco, ni el reclutamiento de menores, ni a los francotiradores terroristas.


Y a los representantes a la Cámara, entre invitaciones a Palacio, puestos que les den, ‘mermelada’ que les unten y ministros y directores de entidades que les nombren, terminarán dejándolos ante la opinión pública como una recua de firmones pupitreadores que sin dignidad ninguna agacharán la cabeza para que sus mayorías sumisas se arrodillen ante el querer de las Farc y de Santos.


Eso sí, a nombre de las reciprocidades políticas, probablemente pedirán a las mayorías de la Cámara que voten rápido, pupitrazo sin fónico, el mecanismo de incorporación de los acuerdos al bloque de constitucionalidad, sin saber qué dicen. Hoy nadie lo sabe. Como en los juegos infantiles: la gallina ciega, a la tapada, con los ojos vendados.
Y pretenden, además, dar a los acuerdos especiales un alcance que no tienen a la luz del Derecho Internacional Humanitario y los protocolos de Ginebra. Esos acuerdos especiales no tienen naturaleza legislativa ni, mucho menos, constituyente. Se refieren al conflicto y no a muchas de las materias del acuerdo final.


Los ejemplos abundan. Nada tienen que ver con un acuerdo especial volver el narcotráfico delito conexo al político, ni los compromisos en materia de tierras, ni de política agrícola, ni de erradicación de cultivos ilícitos, ni de cupos en corporaciones legislativas.


Dicen algunos expertos que resulta repugnante ante el Derecho Internacional Humanitario que se pretenda usar una figura propia de esta especialidad como el acuerdo especial para ignorar o desechar el Estatuto de Roma y el Estatuto de la Corte Penal Internacional y garantizar impunidad ante los crímenes de lesa humanidad.


Nunca están más vulnerables los amenazados de muerte que cuando les ponen un chaleco antibalas chimbo o cuando los suben a un vehículo mal blindado. Ahí es cuando los matan. Se sienten protegidos, y no lo están. Aquí pasa igual. Por diseñar blindajes chimbos que en cualquier momento se pueden caer, aquí o en los tribunales internacionales, la fragilidad de los acuerdos aumenta.


No puede ser por la vía de las triquiñuelas jurídicas, desnaturalizando al Congreso, presionando a la Corte, abusando de las desprestigiadas mayorías parlamentarias de coyuntura, como se pretenda blindar los acuerdos. Lo único que verdaderamente los blinda y conduce a una paz sostenible es una negociación justa y ceñida al derecho nacional e internacional, seguida de una refrendación popular sin trampas, limpia y contundente.


JUAN LOZANO


FUENTE: ELTIEMPO.COM