DeNunCianDo

DeNunCianDo (https://www.denunciando.com/)
-   Discusiones Generales (https://www.denunciando.com/discusiones-generales-50/)
-   -   Baxter, el perro patinador que se roba las miradas en Bogotá (https://www.denunciando.com/discusiones-generales-50/1080160-baxter-el-perro-patinador-que-se-roba-las-miradas-en-bogota.html)

Frank Lucas 05-04-2018 14:49:00

Baxter, el perro patinador que se roba las miradas en Bogotá
 
Aunque los bulldogs suelen ser sedentarios y dormir mucho, este perro marca la diferencia y demuestra ser un potencial para el deporte.

https://www.elespectador.com/sites/d...s/img_8217.jpgCésar Muñoz Vargas


No hace falta ser un dr. Dolittle para que me entiendan lo que les quiero decir. Estoy feliz gastándome los ladridos de toda la semana porque quiero llamar la atención, como si no fuera suficiente el hecho de que voy andando, no en cuatro patas, sino en cuatro ruedas. Sí, quiero que me miren y me admiren, que me tomen fotos, que me aplaudan y que celebren mis logros. Llevo cinco años pelando la almohadilla de mi pata derecha delantera para tomar impulso y ser rápido, muy rápido. Sí, soy yo este domingo quien se roba todas las miradas, y no aquellos que exhiben sus músculos y sus curvas. Abran paso, soy Baxter, el perro patinador.
Soy un bulldog inglés y, por fortuna, no conservo las características de mis antepasados. ¡Qué mal, qué pereza!, que me hubiesen puesto a pelear con otros perros y a corretear toros. Si en verdad fuera bravo, como dicen es la impresión que despierta mi apariencia, me tocaría salir con bozal y pegado a una correa. ¡Qué tortura habría sido! Soy muy chato y sufro de algo que los expertos llaman síndrome braquicéfalo, o algo así; es decir, que por la anatomía de mi cara, se me dificulta la respiración.
«Baxter ven, para acá. No te vayas más lejos». Solo la voz de David o Angélica, sus dueños, hace que este alegre mastín ponga freno a la carrera en su patineta profesional. Él mismo la olfateó, la trompeó y la escogió en una tienda especializada de artículos deportivos. Tiene varias, pero esta es su preferida; y ha tenido otras tantas desde que era cachorro y, por un cocodrilo de goma y ruedas, le descubrieron su potencial para el deporte. ¡Enhorabuena!, los bulldogs suelen ser sedentarios y dormir mucho.
David, un ingeniero civil que trabaja con comunidades en el otro país que pocos ven, cuenta que Baxter llegó a su hogar entre uno que otro rezongo de Angélica. Mientras toda su vida él había adoptado mascotas, para ella, que nunca las tuvo, era difícil hacerse a la idea de cuidar un animal, de sacarlo a pasear o de tener que recoger sus heces; por esta razón, primero había aceptado tener un gato, uno que su esposo le traería de sorpresa de Medellín. Los gatos, a diferencia de los perros, son independientes, se controlan solos y esconden sus cacas en la arena.
Pero antes del viaje, en Bogotá vieron a Baxter, y aunque finalmente no fue el gato, varios hechos ocurridos en este tiempo parecen demostrar que el perro tiene sus siete vidas. Baxter saltó un día del auto en movimiento y fue a parar ileso debajo de otro carro; en otra ocasión salió a prisa a la calle y resultó pisado por las llantas de un taxi. Baxter ha sufrido tres paros cardiacos y las tres veces lo ha revivido Angélica, hoy hecha una diestra en cuidados caninos.
Llevan un lustro juntos; aunque en la ciclovía, por largos ratos, lo de «juntos» es un decir, pues cuando el perro se monta en su tabla parece libre, extremo e independiente. Es la sensación de los domingos. Baxter va de aquí para allá y viene de allá para acá, en tanto una pareja conmovida lo vigila a prudente distancia y a bajo perfil, mientras pasa la película de las anécdotas y los momentos que han marcado su vida en familia.
Aunque David es consciente de que no hay que llegar al extremo de humanizarlo, el perro es una criatura que requiere esmeros, desvelos y tiempo para que su corta vida sea feliz. Dicen los expertos que esta raza vive ocho años en promedio y que máximo alcanza los 15 de edad.
Con ambos, pero especialmente con Angélica, hay una suerte de lazo filial, por la manera como inició su relación y por el mucho tiempo que permanecen solo los dos. Por su trabajo, David pasa largas temporadas fuera de casa y es su esposa la que se encarga de las citas médicas, de paliar sus estados de depresión, de escaparse al mediodía del trabajo para sacarlo a dar una vuelta. Es ella quien lo ha revivido más de una vez. «Es el amor de su vida», dice David de Baxter respecto a Angélica. Pero los tres son compañía.
Por su morfología, su peso y otras características que han determinado los entendidos en la materia, estos perros necesitan amos responsables, no de aquellos que simplemente los tienen para lucirlos o por fines comerciales, pero que luego resultan abandonándolos; de hecho, hay fundaciones dedicadas exclusivamente a rescatar a estos llamados gorditos con el fin de buscarles hogar.
David no quiere que Baxter deje cachorros, piensa que no se compadecería con una raza especial «que sufre mucho» y que por su misma complexión hasta tiene dificultades para copular y no pocas veces tiene que reproducirse por inseminación artificial. Así sucedió con París, una bulldog francés que paseaba con Adriana, su dueña, por la misma vía que Baxter recorre en su tabla cada fin de semana. Quién sabe, tal vez una mañana de estas Baxter y París se crucen en el camino.
Si por Baxter fuera, patinaría todos los días, pero la recomendación del médico veterinario es que la actividad física sea moderada y en horas de poco sol. Ya intuyó que no siempre es domingo y se acostumbró a que el paseador lo saca tres veces por semana y con pausas prolongadas. El resto de tiempo lo pasa en casa, comiendo y durmiendo o escondiendo su tristeza en el closet de Angélica. También se deprime.
Y también se pone feliz al sentir los colores dominicales y ve a sus dueños en ropa deportiva. Entonces, se acerca al depósito, olfatea, resopla y suspira mucho; sabe que allí está la patineta, la skateboard, diría la muchachada que también se dedica a este deporte.
Hay perros de perros. El perro de las lágrimas que consuela a la mujer vidente en una ciudad de ciegos; Salty, el labrador que condujo a la vida al ingeniero Omar Rivera antes de que las Torres Gemelas colapsaran; Tomás, el siberiano que embalsama la angustia del forastero; o Dante, el desbocado criollo que hasta uniforme de Millonarios tiene.





Hay perros de perros, y Baxter, que vuelve a rastrillar la almohadilla derecha contra el asfalto; pide vía y se aleja, como si presintiera que pronto llegará la orden de detenerse; ha montado toda la mañana y la canícula del mediodía se torna inclemente. Jadea y empieza a atemperarse, será una tarde completa de siesta después de varios kilómetros de aventura. Es Baxter, el perro que patina, al que le llueven gestos de asombro, sonrisas, o lágrimas de alegría.


La franja horaria es GMT -5. Ahora son las 18:48:46.

Desarrollado por: vBulletin® Versión 3.8.9
Derechos de Autor ©2000 - 2024, Jelsoft Enterprises Ltd.

DeNunCianDo.CoM ©

Page generated in 0,01926 seconds with 8 queries

SEO by vBSEO