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Denunciante Dorado
 | La Fiesta Catalana se convierte en el día de división de España
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Alrededor de medio millón de catalanes formaron ayer una cadena viva de norte a sur de su autonomía insistiendo en su separación de España.
No es la primera vez que políticos de Barcelona crean una situación aguda exigiendo la salida de su región de España. Y toda vez este tema aflora, aunque no tan acuciantemente como en el País Vasco, si bien el pretexto para nuevas y multitudinarias protestas es el mismo: tan solo separándose de Madrid los catalanes superarán su severa crisis económica.
Como siempre, la idea de las nuevas y masivas protestas en las calles de las ciudades catalanes fue expuesta por el jefe del Gobierno de la Generalitat Artur Mas. No rara vez él vuela, abiertamente y en secreto, a Madrid para convencer al presidente del Gobierno español Mariano Rajoy de una sola cosa: es posible resolver la situación de crisis en la región más desarrollada del país tan solo gracias a esfuerzos conjuntos. Rajoy no pregunta más de qué decisiones se trata porque sabe desde hace tiempo que el huésped de Barcelona exige una sola cosa: la separación de su región de Madrid. El anfitrión no alega más a que tal decisión contradice la Constitución de España. Además, pondría a la propia Cataluña en estado de un país ilegal, al que es poco probable que lo reconozca la UE. En respuesta a este consejo justo el líder catalán se refiere siempre a otra circunstancia. No fue él quien inventó dicha demanda, lo exigen los catalanes que exponen sin medias tintas sus opiniones en la prensa, en la radio y la TV. Como, por ejemplo, dijo un estudiante barcelonés que prefirió quedarse en el anonimato. El futuro ingeniero habló esta vez en español:
–Nosotros esperamos la independencia de nuestra Cataluña. Porque somos una nación especial. Contamos con su territorio y su propia lengua. Por eso ahora, cuando España se hunde ante los ojos de todos, nosotros no queremos quedar en este gran barco en naufragio.
Los activistas catalanes no rara vez promueven sus iniciativas y reúnen hasta un millón de personas en la mencionada Barcelona. Tan solo ayer sus manifestantes exigieron la convocatoria de referendo sobre la independencia ya el año que viene. El acto fue pretextado por la celebración del Día Nacional de Cataluña de modo que la secesionista Asamblea Nacional de la autonomía, que convocó ayer un acto multitudinario que se extendió de norte a sur a través de ochenta y seis poblados, otra vez transcurrió bajo la consigna "Vía catalana para la independencia". Artur Más no se puso esta vez en la columna de manifestantes, enviando a sus ayudantes, pero amenazó a Madrid para que atendiera la voz del pueblo catalán. Es cierto que el líder de los socialistas catalanes Pere Navarro protestó contra tamaña acción, estimando que ellas meten cizaña en la sociedad catalana y la distraen de la solución de los más importantes problemas económicos y sociales. Así y todo, la nueva campaña política apuntada a efectuar el año que viene una consulta sobre la autodeterminació n de la región, genera enfado en Madrid que considera irreal tal derecho de los catalanes.
Por supuesto que los políticos nacionalistas catalanes se dan cuenta de que la respuesta será positiva. Las amenazas y los ataques de los colegas madrileños no pueden parar la aspiración de los habitantes de Cataluña a la independencia, tanto más que su región perdería de inmediato el ofensivo nombre para ellos: "autonomía" y se llamaría un Estrado independiente. Es difícil decir qué medidas adopte el gobierno de Rajoy. Que se oponga a las consultas, esto está a la vista. Sin embargo, es difícil decir qué forma cobre tal prohibición.
radio/lj/er
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