Denunciante Dorado
 |  De Fukushima a las revueltas árabes: estrategia energética, solidaridad y capacidad de sacrificio
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Wario
Pudiera parecer que la relación entre la revolución social que se está produciendo en la zona arábiga y el accidente en la central nuclear japonesa no guardan relación alguna. Sin embargo, las reacciones que ambos han conllevado han dibujado un contexto estratégico/económico a nivel internacional que sí acaba poniendo en tela de juicio la compatibilidad de la defensa social y los niveles de consumo energético de algunos países e incluso su relación con la capacidad de los países más avanzados a adaptarse a un consumo más moderado.
Y uno de los ejemplos más claros, nos los ofrece el caso de Israel y Egipto. Existe una manifiesta y conocida ya preocupación israelí por el gas le viene de Egipto y que fue cortado durante las revueltas en el país por una explosión de la que aún no se han aclarado las causas.
Según Presstv, Ibrahim Yousri, un ex juez egipcio, lidera una campaña popular contra las exportaciones de gas a Israel. Esto ha conducido a una causa judicial sobre los acuerdos del gas con Tel Aviv en la que Ibrahim Yousri se pronunciaba contundentemente ”no exportar una sola unidad de gas antes de satisfacer las necesidades locales“.
En 2005 se firmó un acuerdo de exportación por el cual Israel recibe alrededor del 40% de su gas de Egipto a un precio razonablemente bajo, según informa Presstv. Sin embargo, ante los apagones del verano pasado en Egipto debido a la escasez de gas, la mayoría de los expertos están pidiendo una revisión amplia de la oferta.
Tanto es así que se han iniciado conversaciones desde el gobierno con el fin de renegociar el acuerdo, dado que se está pagando por debajo del precio de mercado, informa The Daily News Egypt.
Conviene recordar que el acuerdo energético es una de las principales condiciones económicas incluidas tratado de paz que Israel y Egipto firmaron en 1979.
LA RELACIÓN
Éste no es más que un ejemplo que demuestra un concepto muy básico: bienestar y desarrollo son directamente proporcionales al consumo energético.
Y según esta regla, si tenemos en cuenta que estamos viviendo revueltas en numerosos países árabes (clamando unas mejores condiciones de vida), en un panorama ajustado de reservas de combustibles fósiles como indica los incrementos de los precios, tratar de cerrar las centrales nucleares y abandonar esta tecnología no resulta muy práctico y realista.
Más allá de lo sucedido en Fukushima, sorprenden medidas “populistas” como la tomada por el Gobierno alemán de cerrar temporalmente las siete centrales nucleares más antiguas. Algo así solo tiene un sustituto directo: carbón, gas y petróleo. ¡Justo ahora que nos preocupa tanto el cambio climático!
Resulta al menos entendible el argumento de buscar otras fuentes y abandonar la nuclear, pero abandonar esta energía de forma inmediata conlleva que la única tecnología disponible es la que utiliza fuentes fósiles. Por tanto, si se adopta la política general de abandonar la energía nuclear, se necesitan imperiosamente planes estratégicos que desarrollen otras vías, sin olvidar que debería ser un cambio realizado paulatinamente.
DOBLE MORAL DE LOS GOBIERNOS OCCIDENTALES
Cuando se acusa a los gobiernos occidentales de “doble rasero” se suele atender al hecho que se vienen mantenido desde hace muchísimos años regímenes autoritarios y represivos con sus pueblos, a cambio indudablemente de una serie de intereses tales como el gas, petróleo o incluso control de la inmigración masiva.
De la misma manera, todos (incluidos gobiernos occidentales) tenemos claro una serie de premisas muy básicas a nivel energético:
No hay recursos para todos
Nuestro nivel de vida (de consumo energético, etc) es insostenible a todas luces
Ese nivel y, por lo tanto, esos recursos no pueden extenderse a mucha más población
Sin embargo asistimos a un momento dónde observamos que el posicionamiento de los mandatorios occidentales ha cambiado (las razones darían para otro artículo) y en el que la necesidad de mejorar las condiciones de vida de millones de personas parece ser una prioridad. Y es, repito, en este marco, en este preciso momento, cuando meno sentido le encuentro a desmantelar inmediatamente las centrales nucleares.
EN BUSCA DEL MIX ENERGÉTICO Y HUIDA DE LOS FÓSILES
Sobra decir que hay que potenciar el desarrollo de las energías limpias, para ello no debería haber hecho falta ningún Fukushima. Pero ello no esconde que a esas estrategias que comentábamos antes todavía les quedan unos cuantos años, es decir, el mix energético no se alcanzará de un día para otro y, de hecho, probablemente también incluya algo de nuclear por sus características propias.
En cualquier caso, lo que si tiene claro quién escribe estas líneas es que los combustibles fósiles deben ir menguando por todos los problemas medioambientales y sociales que generan, como explicaré próximamente.
DE NUEVO ISRAEL Y EGIPTO
En el caso de Israel y Egipto, un pueblo que deseara aumentar su nivel de vida probablemente conlleve que no pueda suministrar todo el gas que necesita Israel y, en cualquier caso, no a un precio que no merezca la pena.
Sin embargo, coincidiendo con el pánico nuclear desatado por Fukushima, Israel anuncia que va a replantear su estrategia nuclear. Parece ser que la respuesta a tal anuncio la podemos hilar con que Israel ha encontrado muchas reservas en “su” mar generando un pánico estratégico.
FUTURO: ¿SE ALCANZARÁ UNA ESTRATEGIA REAL?
La cuestión obvia que se plantea de fondo es que harán los países europeos, especialmente Francia, España, Italia y Alemania si Argelia, Túnez y Libia no pueden suministrar todo el gas que desean los primeros porque su demanda interna aumenta a unos niveles tan altos como los de los otros. A priori ello plantea, en el menor de los escenarios, cuatro preguntas de calado:
¿Seguirán limpiando su imagen/conciencia y apoyando las revueltas sociales de la zona árabe?
¿Seguirán apostando por el cierre de las nucleares?
¿Serán compatibles ambas decisiones sin tener en cuenta otras consecuencias?
¿Están los ciudadanos de países con gran consumo energético a renunciar a algunos privilegios?
Las respuestas nos la traerán el paso de los días y los acontecimientos, pero desafortunadamente la conjunción de todos estos hechos ha vuelto a poner de manifiesto una realidad: sigue sin haber un plan verdadero (insisto, verdadero), a largo plazo y con unos objetivos claros que conforme la estrategia energética. Palabras muchas, informes muchos, intenciones muchas, realidades pocas y bandazos, según suceden los acontecimientos, más todavía.
Fuentes fotografías: melkart wikispaces com
Última edición por ThE FaLLeN; 21-08-2013 a las 21:11:16 |