Denunciante Dorado
 |  El templo de la plutoracia:Gregorio Eljach, secretario general del Senado lo defiende
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 | "El Congreso es el trompo quiñador de la democracia"
A pocas horas de iniciarse la Legislatura 2013-2014, la última del cuatrienio, el funcionario habla del desprestigio de la corporación y defiende su gestión.
Por: Redacción Política
Gregorio Eljach, secretario general del Senado. / El Espectador
En la jerga política, “el bolígrafo” alude a la capacidad de los funcionarios públicos para firmar contratos y nombramientos, los dos focos en que se mueven las enmarañadas redes de la corrupción que tanto irritan y preocupa a los colombianos.
“Es injusta esa percepción. No obedece a factores objetivos. Algo similar a lo que suele ocurrir con un sector urbano oscuro y despoblado. Se proyecta una sensación de inseguridad aun cuando los índices de robos y atracos sean bajos o casi inexistentes”, dice Eljach.
“Definitivamente el Congreso es el trompo quiñador de los sistemas democráticos”, agrega con desencanto, advirtiendo que según la encuesta, la misma percepción de desconfianza de los ciudadanos colombianos respecto al Congreso se repite en los demás países de la región.
“El Congreso es una muy compleja confluencia de intereses, y por lo tanto la más elocuente expresión de la democracia. Todos los reflectores del país están proyectados sobre el Capitolio y mantener en alto su prestigio no es tarea fácil”, asegura el funcionario.
Incluso, Eljach se atreve a meterse en aguas turbulentas, cuando de hablar de responsabilidades se trata y toca a los medios de comunicación: “Más que una cobertura informativa sobre leyes y debates, los medios de comunicación mantienen un permanente asedio sobre cada paso de cada uno de los miembros del Congreso. Cualquier exceso es un escándalo, cualquier desliz, cualquier traspié de un congresista es un bocado suculento para los medios de comunicación que lo magnifican y aumentan casi con sevicia”.
Pero, al mismo tiempo, el secretario del Senado reconoce que la labor de la prensa es tan esencial, como lo es el Congreso para la supervivencia de la democracia. “La institución es respetuosa del derecho a la información y de la labor fiscalizadora y crítica que ejercen los medios sobre este órgano de representación popular. Está presta a atender los requerimientos periodísticos sobre documentos públicos, con los formalismos de rigor. Pero desafortunadamente, con frecuencia aparecen en los medios informaciones falsas o inexactas, sobre el Congreso sin sustento ni fuente alguna”, subraya.
A su entender, los escándalos sobre congresistas, por insignificante que sea la denuncia o el episodio en que uno de ellos aparezca involucrado, dan “rating”. “Por eso algunos periodistas, ante todo de la radio que tienen tanto espacio para llenar, hacen de una pulga un elefante y el titular siempre es el mismo: Otro grave escándalo se cierne sobre el Congreso”, asegura Eljach.
En el terreno estrictamente jurídico, Eljach defiende su gestión y asegura que desde que asumió el cargo, el 1° de agosto de 2.012, la Corte Constitucional no le ha devuelto al Senado ninguna ley por errores de trámite o procedimiento y todas las tutelas han sido falladas a favor de la corporación.
Sobre lo sucedido con el proyecto de Ley Estatutaria que protege la participación ciudadana, devuelto por el alto tribunal al considerar que se produjo un error de trámite en la votación de la conciliación en la plenaria del Senado, “al no ser mencionados por parte del Secretario los votos en contra”, alude a una omisión de su antecesor.
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