Escritores y editoriales del mundo hispanohablante serán convocados desde hoy para participar en el Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, que aspira a convertirse en un gran estímulo para nuevas voces de la literatura en español.

Los trabajos serán evaluados en la primera edición por un jurado integrado por la novelista brasileña Nélida Piñón, el ensayista mexicano Christopher Domínguez Michael, el crítico chileno David Gallagher, el presidente de la Academia Peruana de la Lengua, Marco Martos, y el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.

El director de la Cátedra Vargas Llosa (una iniciativa de varias universidades españolas), JJ Armas Marcelo, será secretario del jurado, con voz pero sin voto.

El premio, que según algunos impulsores busca ocupar el sitio de lo que fue el Rómulo Gallegos en Venezuela, supuestamente venido a menos por la presunta intromisión política, fue lanzado oficialmente la noche del viernes en Lima por la universidad peruana de Ingeniería y Tecnología y la Cátedra Vargas Llosa.

Armas Marcelo dijo que el premio dará reconocimiento internacional para escritores nuevos o que lleven ya un recorrido importante pero sin lograr trascendencia más allá de sus países.

Vargas Llosa, presente en el acto, agradeció a quienes hicieron posible el premio y destacó la vitalidad del español, del que dijo que unifica a unos 400 millones de personas y ha abierto “cabeceras de playa” en países como Estados Unidos o China, donde cada vez más gente lo habla.

Pese a las referencias de otros impulsores, como Armas Marcelo, al Gallegos, Vargas Llosa, primer ganador de ese premio, negó que haya rivalidad y dijo que el nuevo galardón tomará más bien el modelo del Booker Prize británico, para escritores en inglés.