Varias cosas:

1. Miguel Gómez Martínez es un magnífico economista, su vida docente y su presidencia en bancoldex así lo atestiguan. Pero es un pésimo político impulsado más por los remanentes del laureanismo que por otra cosa; Santos solo lo apoyo para quedarse con esos votos punto.
2. Al ser débil como político, vio en los errores de Petro una oportunidad para hacerse propaganda y ganar algo de capital político en miras al congreso. Seamos realistas Miguel Gómez ni suene ni truena en el congreso, su gestión ha pasado desapercibida, la revocatoria es una estrategia para hacerse vigente justo antes de elecciones.
3. Recoger las firmas no será problema, 200.000 formas se recogen en universidades y centro comerciales en algo más de un mes. El problema es que mientras la registraduria válida las firmas y se organizan las votaciones para la revocatoria puede pasar más de un año, mientras se hace efectiva otro tanto, por lo que esta medida es poco efectiva y aplicable a la hora de la verdad y es sólo un paño de agua tibia para una ciudad descontenta con su burgomaestre. Sumemosle ahora que el descontento con Petro no es universal, los sectores populares lo apoyan, y ellos son los que pesan en cualquier elección; es más el proceso encabezado por Gómez solo ha servido para hacer de Petro una víctima y un caudillo.
4. En cuanto al tema de la U, Gómez no tiene respaldo ni cabida en ese partido, menos ahora. Con la elección del senador Iragorri, liberal de toda la vida, opuesto a Gómez, Santista y Samperista, y el rumbo que le esta dando al partido que terminara volviendo eventualmente a sus origines liberales Gómez no tiene nada que hace hay. Lo más recomendable para el es ir al partido conservador donde los recibirán con los brazos abiertos, o lanzarse al Senado por el Puro Cuento Democrático del Patrón del Mal.