Rachelle Guyton, vecina de Detroit, estado de Michigan, expresó su profunda decepción con el funcionamiento del servicio de emergencias estadounidense, el 911.

Según ella, el sábado pasado llamó al servicio alrededor de las 6.30 para comunicar que su coche había sido robado, pero le contestaron que tenía que repetir la llamada a las 8.00 si quería recibir ayuda.

Rachelle aseguró que lo que le importaba no era el coche, sino la pistola que tenía bajo el asiento del conductor. “Tengo una pistola debajo de mi asiento y cuando me conectaron con el Departamento de Policía para explicárselo, ellos no me prestaron ninguna atención. Me dijeron que tenía que esperar hasta las 8 de la mañana para volver a llamar. ¿Y si alguien recibe un disparo con esto? ¿Qué pasa si un niño agarra ese arma? Yo soy responsable y yo no puedo tener este peso sobre mi conciencia”, comentó Guyton.

La mujer afirmó que se sintió defraudada por la manera con la que recibieron su llamada, especialmente ahora, en un momento en el que la nación está muy preocupada por la epidemia de masacres y particularmente en Detroit, donde las estadísticas de criminalidad del año 2012 muestran el mayor nivel de asesinatos en los últimos 20 años.

“No lo tratan como una prioridad, no van a enviar un coche para investigar, no van a hacer nada”, destacó la mujer. La Policía de Detroit no quiso comentar el suceso.