30-12-2012
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Denunciante Épico
| Respuesta: ¿Gerente del acueducto relacionado con mafias del aseo?División en el gabinete del alcald El nombramiento de Diego Bravo en la empresa de Acueducto fue el primer llamado de alerta que llegó sobre Petro. Sin embargo, pese a los cuestionamientos, se le dio a Petro un compás de espera prevalidos de su aureola de parlamentario honesto que había batallado contra la corrupción, incluyendo la de su propio partido político.
Ya se sabía que los nexos de Petro con Bravo venían desde la época en que éste era el director de la CAR (1999) y Petro un parlamentario interesado en cuestiones ambientales. Ambos se opusieron al modelo de ciudad de Peñalosa que quería extender Bogotá por el norte, argumentando que se afectaría el equilibrio ecológico.
Su amistad se estrechó cuando Bravo fue nombrado como Procurador delegado ante el Consejo de Estado, sin mayores méritos. Daniel Coronel lo denunció y se dijo en su momento que era la cuota burocrática dada por Ordóñez para pagarle a Petro el favor de haberle dado su voto para salir elegido como Procurador general.
Ahora, su primer año como gerente del Acueducto no ha estado exento de polémicas. Parece que Bravo le prende una vela a Dios y otra al diablo porque se le criticó el que nombrara personas cercanas a Andrés Felipe Arias y al excongresista del Valle Juan Carlos Martínez, condenado por narcotráfico.
Y lo otro que causó malestar dentro de la opinión pública fue económico al haberse subido el sueldo de 20 a 25 millones, no directamente sino mediante una argucia. Aumentó sus gastos de representación, sin rubor y quizás contando con el permiso de Petro, quien asiste con frecuencia a los asados que organiza en su casa.
Y en cuanto a lo administrativo, en abril hizo parar los pelos de punta a los expertos, al promover el cambio de lugar de una planta de tratamiento para descontaminar el río Bogotá, lo que le haría perder a la ciudad 2 billones de pesos hasta ahora invertidos.
Y ahora, aparte de esto, resulta que es un pésimo gerente y, según parece, aprovechó la amistad que tiene con el alcalde para meterle gato por liebre al asegurar que todo lo tenía bajo control y de paso revelarse que tiene vínculos con William Vélez, precisamente una de las personas señaladas por Petro como corruptas en el tema del aseo.
Como dice el viejo dicho, uno acompaña a los amigos al cementerio pero no se entierra con ellos. ¿Lo hará Gustavo Petro? |
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