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| Ley para eliminar el privilegio del varón en la sucesión real británica
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 | Ley para eliminar el privilegio del varón en la sucesión real británica Se presentó ayer en el Parlamento. Así, el primogénito de William y Kate será rey o reina.  Finalmente, tras meses de análisis, el gobierno británico presentó ayer un proyecto de ley que pondrá fin a siglos de primacía masculina en la línea directa de los herederos al trono. Cuando sea sancionado, la sucesión real no tendrá impedimentos de género y, por lo tanto, sea varón o mujer, el bebé del príncipe William y su esposa Kate heredará algún día la coron a que hoy lleva su bisabuela Isabel II.
El proyecto legislativo, que deberá ser votado en el Parlamento, fue evaluado desde al menos un año entre los países que integran la Commonwealth (comunidad de naciones que integran el Reino Unido y sus colonias), pero recién fue presentado una semana después de anunciarse que los duques de Cambridge (William y Kate) tendrán un hijo, que será el tercero en la línea de sucesión del trono británico.
Los Estados miembros de la Commonwealth, cuya jefa de Estado es la Reina de Inglaterra, autorizaron poner fin al principio de primogenitura del varón.
La legislación de sucesión real estaba vigente desde hacía 300 años , con la llamada Ley de Instauración, de 1701, que establece que los varones tienen preferencia sobre las mujeres en la línea de sucesión y que la primogénita de un monarca no puede heredar si tiene un hermano más joven .
La norma data de la llamada Revolución Gloriosa de 1688, cuando el católico Jacobo II fue derrocado por el protestante Guillermo de Orange, y fue ratificada trece años más tarde. Bajo esa ley de sucesión, sólo cuando no hay hijos hombres la corona pasa a la hija mayor. Ese fue el caso de Isabel II, quien llegó al trono en 1952, tras la muerte de su padre, hija del Rey Jorge VI. Los cambios de sucesión requerirán ahora la modificación de legislaciones históricas, como la mencionada Ley de Instauración, La Ley de Derechos de 1689 y la Ley de Matrimonios Reales, de 1772. Eso llevará a que, por ejemplo, con los cambios a la Ley de Matrimonios Reales, se ponga fin a la norma por la cual los descendientes del Rey Jorge II están obligados legalmente a pedir el consentimiento al monarca antes de casarse. Esta norma también fue cumplida por Isabel II, al casarse con Felipe de Edimburgo; por su hijo Carlos, al contraer matrimonio con la princesa Diana y ahora por el príncipe Guillermo, antes de su reciente boda con Kate Middleton.
“Para ponerlo de forma más simple, si los duques de Cambridge tuvieran una niña, ella sería un día nuestra reina”, explicó el premier David Cameron. Fue precisamente la boda de ellos, en abril de 2011, la que reanimó el debate. “La idea de que un hijo menor se convierta en monarca en lugar de su hermana mayor sólo por ser hombre, o que un monarca no pueda casarse con alguien de credo católico, va en contra de países modernos como el nuestro”, agregó. FUENTE: clarin.com
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