Contrario a la mayoría de países de América Latina, Colombia no ha tomado una decisión clara en cuanto su posición ante el reconocimiento de Palestina como estado. Aunque la posición de Colombia frente a Palestina siempre ha sido la de un deseo de pleno reconocimiento, condiciona éste a negociaciones directas con Israel. ¿Cuáles son las razones que llevan a esta posición, a veces, tan ambigua?
Colombia condiciona el reconocimiento de Palestina a negociaciones directas con Israel, posición que coincide con las de Estados Unidos. Se podría pensar que Colombia tiene un claro lineamiento con Estados Unidos, pero la decisión, aún cuando algunos puntos de Colombia y Estados Unidos coinciden, no obedece directamente a un lineamiento, sino más bien a intereses particulares de Colombia.
La fuerte cooperación militar y tecnológica por parte de Israel se convierte, entonces, en una explicación, no completa, de la posición colombiana frente a Palestina. Esta cooperación, aunque data de hace algunas décadas, ha aumentado significativamente en los últimos 10 años, especialmente en materia de defensa, seguridad y asesoría.
Aunque la política exterior colombiana se ha diversificado y ampliado, Colombia ha asumido una postura poco propositiva cuando se trata de temas con preponderancia en el escenario mundial. Algunos internacionalistas, entonces, han recordado últimamente que Colombia llegó a tener un papel muy activo.
A finales de los 40, el presidente López Pumarejo afirmó que no se oponía a la creación del Estado de Israel, pero advirtió que era una decisión acelerada y que se estaría cometiendo un error en el afán de deshacerse del problema histórico de la persecución judía, ya que se estaría creando un semillero de problemas en el mundo. Tal cual lo dijo, así ocurrió.
Colombia propuso, “con audacia para la época, la internacionalización de Jerusalén, se mostró seriamente preocupada por la suerte de los refugiados palestinos, ha hecho parte de la Fuerza Multinacional de Observadores en el Sinaí en 1981 como producto de los acuerdos de Camp David; y desde que se afilió al Movimiento de Países No Alineados en 1983, fue consolidando una posición a favor de una salida pacífica negociada en Medio Oriente con particular atención a la causa palestina.
A pesar del no reconocimiento de Colombia a Palestina, las relaciones son calificadas por ambas partes como "muy buenas". Existen acuerdos de cooperación en materia de educación y comercial. Así mismo, Palestina tiene una misión diplomática en Bogotá, y Colombia está representada ante la Autoridad Palestina a través de la embajada en Egipto.