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Denunciante Dorado
 |  Ingreso de Rusia en la OMC: ventajas y perspectivas
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Rusia ha pasado a ser miembro con plenos derechos de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Su camino era largo y espinoso.
Las negociaciones con sus socios duraron dieciocho años. Las condiciones que supo regatear Rusia al sumarse a la OMC, son en opinión general bien favorables. Ahora ante el país se plantea otra tarea: aprender a aprovechar las oportunidades de dicha entidad.
El ingreso de Rusia en la OMC llegó a ser el suceso más importante en el comercio mundial desde el momento cuando, hace una década, se le afilió China. El Banco Mundial vio en esto un gran potencial: el nuevo estatus le ayudará al país a aumentar la producción en ciento sesenta mil millones de dólares anuales, mostrando un crecimiento del PIB en un 3 % y más en una perspectiva más larga. Hay asimismo un aspecto político que resaltó con razón el rotativo Los Ángeles Times: “Este éxito significa que el presidente Vladimir Putin, probablemente, ejerza una mayor influencia en los asuntos internacionales”.
Rusia estableció el récord absoluto de duración de las negociaciones para sumarse a la OMC. Hay varias causas de ello, dice Anatoli Aksakov, presidente de la Asociación de Bancos Regionales.
—Primero, no se quería admitirnos allí. Segundo, tenemos en el interior puntos de vista polares sobre el ingreso en la OMC. Por fin, nos ubicamos en una posición firme, intransigente sobre muchas cuestiones, defendiendo los intereses de nuestro país.
Inmediatamente después de que Rusia pasó a ser el miembro Nº 156 de la OMC, fueron bajados algunos impuestos de importación. Es una nueva unívocamente positiva para los consumidores: los precios bajarán. Pero, al propio tiempo, esto es bastante peligroso para la industria rusa. Algunas ramas resultan en condiciones de una competición más dura. Las autoridades se dan perfecta cuenta de que en la etapa inicial de la actividad de la economía en el marco de la OMC los negocios necesiten ayuda. A las primeras tentativas de tal protección la UE reaccionó con nerviosismo y presentó una queja a la OMC. La UE se muestra descontenta con la prohibición de importar ganado vivo, que Rusia impuso por motivos sanitarios, y con el impuesto de reciclaje sobre coches. Es una nueva realidad de Rusia que habrá que tomar en consideración: en la OMC alguien siempre se queja contra otro miembro y en el proceso de negociaciones se llega a un compromiso, puntualiza la economista Evguenia Voiko.
—Actualmente para Rusia llega el tiempo de resolver cómo trabajar en estas circunstancias o cómo oponer resistencia a reclamaciones. No creo que esta práctica sea perdurable. Pienso que se apuesta por la búsqueda de cierto mecanismo que ayudara posteriormente a Moscú y Bruselas a coordinar las condiciones generales, que sean aceptables para las dos partes.
El viceprimer ministro Arkadi Dvorkóvich también enfoca filosóficamente la cuestión. Puntualiza que “todos los miembros de la OMC violan las reglas. Es una situación común y corriente, todos pretenden hacer lo que se encuentra al borde de la regla o al margen de ella”. Sin embargo, en Rusia hay ramas que no solo requiere protección debido al ingreso en la OMC sino que son capaces de cambiar las reglas existentes acorde con sus intereses.
Se trata, en primer lugar, de las empresas orientadas a la exportación en las esferas de la metalurgia, industria química y energética. Si se levantan las barreras de acceso a los mercados extranjeros su ventaja puede llegar, según cálculos de expertos, a los dos mil millones de dólares, como mínimo. De este modo, en el período de transición que puede durar de tres a cinco años, para Rusia será de actualidad la cuestión de cómo se puede minimizar las consecuencias de la filiación en la OMC y cómo aprovechar al máximo las posibilidades de esta entidad.
vs/mo
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