Alguien que conozco, de carencias manifiestas en su retaguardia, se sometió al quirófano. Le quedó de buen tamaño y con la redondez deseada, o por lo menos eso se le nota en los pantalones ajustados. El problema es que cuando camina, los implantes se mueven rebeldes como en las películas de aliénigenas cuando un parásito se mete en un cuerpo humano. En otras palabras, pareciera que los implantes tienen vida propia y el resultado es lamentable para ella y divertido para el resto.

Desnuda debe ser todo un espectáculo y lo grave del asunto es que tiene mucho dinero por lo que juzgo que se la hizo con un cirujano de prestigio. Pero no todas las veces sales las cosas bien. Y si ésta quedó con el culo desobediente, que siempre marcha en dirección contraria a su dueña, me imagino el cuadrado tratando de acomodarse con sus rectas en un mundo de curvas.