Nunca será buena noticia la muerte de un ser humano y lo deseable es que comparezcan ante la justicia a pagar por sus crímenes, pero son las consecuencias de la guerra y sólo espero que en La Habana, al final del proceso, haya humo blanco, se desmovilice la guerrilla, purguen penas los que se lo merecen, podamos construir la paz que Colombia necesite, y los aplausos y la euforia porque murieron los que no están de acuerdo con nosotros, se den cuando, dejada atrás la estupidez humana, admiremos y ensalcemos a los capaces de trabajar juntos para conseguir un futuro mejor para las próximas generaciones.

"La vida es sagrada", como dijo Mockus y lo creemos algunos que nos salimos de la fila.