Denunciante Dorado
 |  Entrevista a Baltazar Garzón: Indígenas, proceso de paz y assange; entre otros...
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 | Seguiré trabajando en pro de los derechos de los indígenas latinoamericanos
El exjuez español afirmó que seguirá trabajando por los derechos humanos de los indígenas latinoamericanos. (Foto: teleSUR)
En una entrevista realizada para teleSUR, el exmagistrado de la Audiencia Nacional Garzón recordó que llevado más de dos décadas trabajando en pro de los derechos de los indígenas de Colombia y de otras partes de Latinoamérica y que seguirá brindando apoyo a estas comunidades.
El exjuez español, Baltazar Garzón, afirmó este miércoles que proseguirá su trabajo en pro de la defensa de los derechos de los indígenas de la región latinoamericana como lo ha venido haciendo desde principios de los años 90 con los nativos colombianos de la región de El Cauca (suroeste), que piden que la zona sea desmilitarizada.
En una entrevista ofrecida a teleSUR, Garzón expresó que ''siempre acudiré a la llamada de los buenos amigos indígenas del lado del Cauca o de cualquier otra parte de Colombia o de país porque es una cuestión de convicción personal y por lo tanto continuaremos trabajando en esa área de derechos humanos''.
Comentó además que ''mi relación con las comunidades nacionales indígenas no solo de Colombia sino de otros países de Latinoamérica ya es muy antigua, en concreto la del Cauca se eleva al principio de los años 90 y mucho más intensa, la cooperación del año 2001''.
A continuación teleSUR presenta la entrevista íntegra hecha al exjuez español, Baltazar Garzón
EE - Uno recuerda los años 90, los finales de los años 90, cuando usted pedía la extradición del exdictador chileno Augusto Pinochet o cuando se detuvo al represor Alfredo Silingo y bueno tiene esta condena por más de mil años por parte de la justicia española ha habido un proceso de cambio, una transformación de lo que usted llamaba la universalidad de lo que eran los delitos de lesa humanidad ¿cómo lo ve usted exjuez, a partir de aquella lucha y lo que está recorriendo este largo camino?
BG - Realmente, desde 1996 al día de hoy han sucedido muchas cosas en el ámbito de la jurisdicción universal en esa lucha constante contra la impunidad en distintas partes del mundo; España inició aquella andadura con el caso de los crímenes cometidos en la dictadura argentina, adquirió lugar posteriormente al caso de Chile y a la detención de Augusto Pinochet en Londres y la previa detención de Adolfo Silingo que finalmente resultó condenado en España por los crímenes en los que había participado durante la represión argentina, eso fue un inicio muy importante para transmitir que la lucha contra la impunidad está viva y que ésta no podía consentirse y que la justicia tenía que dar, opinión, su voz, su decisión.
Posteriormente Argentina inició una andadura a partir del 2003 importantísima, apoyada fundamentalmente en la decisión del entonces presidente Néstor Kirchner, continuada después por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de que la justicia tenía que emitir su decisión sobre esos crímenes y realmente las anulaciones de las leyes de audiencia debidas, y punto final, la decisión de la Corte Suprema, el esfuerzo de los jueces al día de hoy es un ejemplo mundial, no ha sido pareja la suerte corrida por la jurisdicción universal en otros países, países como Bélgica, como España se ha producido un retroceso en la misma pero eso lo único que significa es continuar reivindicando esa clausula de cierra contra la impunidad que representa la jurisdicción universal.
EE- Usted menciona a la Argentina, este ejemplo a nivel internacional, cuando ve que hay más de 100 represores que han sido juzgados, más de 107 nietos que fueron apropiados, que fueron recuperados y devueltos a sus familias, y este proceso, esta lucha que comenzó en el 2003, por parte del presidente Néstor Kirchner, y en la actualidad por la jefa del Estado argentino, Cristina Fernández ¿cómo ve y cómo valoriza esta situación?
BG - Yo creo que Argentina hoy representa la dignidad de la lucha contra la impunidad a todos los niveles, sin prejuicio de que haya personas que no concuerden, pero el planteamiento del Estado, el planteamiento de este en cada uno de los tres poderes que lo integran, ejecutivo, legislativo y judicial, es claro, y sencillamente se ha optado porque la defensa de los derechos humanos sea una política real, lo que significa que siempre tenemos que estar en disposición de mejorar, de implementarla, pero que desde luego se contrapone a la de aquellos países que hacen exactamente lo contrario, impedir que esa defensa de los derechos humanos sea un valor real, y que la declaración universal de los derechos del hombre sea un instrumento actual necesario en su defensa y en su implementación.
EE- Usted en la disertación que hubo en la Universidad de Avellaneda tuvo un recuerdo muy emotivo con el expresidente o sobre el expresidente Néstor Kirchner, justamente hace algunos días se conmemoró el aniversario de su fallecimiento ¿qué impronta tiene?
BG - Realmente mi relación con Néstor Kirchner fue corta en el tiempo, bueno no corta, desde el 2005 hasta su fallecimiento, pero intensa también. Yo tengo que agradecerle la defensa y el apoyo que hizo respecto de mi cuando en España se estaban investigando mis actuaciones judiciales tan injustamente adelantadas; él optó claramente por la defensa de lo que significaba la independencia del poder judicial, y yo tengo que agradecerle también la decisión claramente definitiva en la que optó por la defensa de las víctimas contra la impunidad no sólo en los hechos de la dictadura, de la represión, sino también en la investigación de hechos tan importantes como el de Las Malvinas y como todos aquellos que representaron la violación y por tanto la vergüenza por parte del Estado en contra de sus ciudadanos, eso hay que reconocerlo no solo por el afecto personal sino por lo que significa de ejemplo en la forma de ejercer la defensa de los derechos humanos desde el poder.
EE - Usted decía recién que la libertad de prensa no está amenazada en Argentina, es un momento muy especial, muy particular ¿concretamente qué es?
BG - Lo que yo digo es que en esta discusión, en esta polémica que se está produciendo al hilo de la nueva ley que regula la comunicación o la participación de los distintos grupos o las cuotas de participación en el ámbito de la comunicación no afecta para nada ni a la libertad de expresión, ni a la libertad de información sino lo que hace es regular un mercado que afecta derechos básicos de los ciudadanos y en esa obligación que el Estado tiene de proteger esos derechos está tomando sus decisiones; lógicamente en esas decisiones está sometido también al estado de derecho y al estado democrático de derecho y por lo tanto hay un poder judicial que está tomando sus decisiones y que tenemos que respetar, en ese equilibrio de poderes creo que cada uno está haciendo lo que debe en defensa de los ciudadanos y de los derechos fundamentales entre los cuales el de información, el de expresión y el de recibir información veraz son fundamentales.
EE - Vamos a hablar sobre el proceso de paz en Colombia ¿cómo lo ha vivido en su visita, sus experiencias, y en sus contactos?
BG - Yo llevo trabajando o he estado trabajando hasta el 31 de agosto, durante un año y meses en la misión de apoyo al proceso de paz de la OEA en Colombia, nos hemos centrado principalmente en todo lo relacionado con la ley de Justicia y Paz, también en los aspectos de la ley de víctimas y en la incidencia de que el propio proceso de la guerrilla se está suponiendo para Colombia y hemos hecho los avances correspondientes desde un organismo internacional de apoyo a esa iniciativa. En la actualidad, estoy trabajando dentro del marco de la Fundación Baltazar Garzón con la Fiscalía de Colombia en el ámbito del desarrollo de investigación de estructuras macrocriminales y como ciudadano observador de lo que está aconteciendo creo que es un hecho político muy importante la decisión del presidente (Juan Manuel) Santos de autorizar la aproximación, el avance de encuentros para un diálogo con las FARC. Es importante porque al margen del resultado, que esperemos que sea el mejor posible para la paz y para los ciudadanos y ciudadanas colombianas, era necesario como gobernante darlo, no se puede perder la oportunidad de encontrar una salida a un conflicto de más de 50 años.
Ahora lo que yo les exigiría, les pediría a los representantes de las FARC que reconozcan que hoy día no tiene ningún sentido la defensa de determinados ideales ni la lucha política basada en el ejercicio de la violencia, eso no tiene ya ningún sentido, y Colombia está desarrollando una política de defensa de las víctimas, de protección de las mismas a las que se pueden incorporar todos aquellos que hasta ahora han estado fuera del arco del estado de derecho y de la legalidad y es el momento de sumar y no de restar, por tanto es sumamente histórico, importante que yo creo que tenemos que apoyar todos los ciudadanos demócratas.
EE - A partir de las distintas experiencias recorridos que ha hecho por Colombia, usted en este proceso que está en plena negociación ¿ve factible la posibilidad de que se llegue a una paz concreta?
BG- Bueno, a mí no me gusta hacer juicios de pronóstico, no soy político y por tanto, no estoy obligado a emitir juicios de valor de futuro, lo que sí puedo expresar es el anhelo de que en este proceso los derechos de las víctimas sean reconocidos, sean protegidos y que la verdad, la justicia y la reparación tenga el lugar que merece, esto es lo que debe de avanzarse en ese encuentro que será difícil que se produzca, pero que están dando los pasos necesarios para conseguirlo, pero insisto, la sociedad civil y las víctimas en particular deben de tener su voz en el momento adecuado, ahora lo que toca es apoyar esa iniciativa, acompañarla en forma cautelosa pero proactiva, es decir, se está buscando el camino hacia la solución del conflicto colombiano que creo puede ser beneficiosa para todos.
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