Ver Mensaje Individual
Antiguo , 17:38:13   #1
Jijoju Ataque en el callejón Calificación: de 5,00

Los mejores licores
Ataque en el callejón

El mes pasado tuve una experiencia que creo que tus lectores querrán leer. Comenzó cuando mi marido, Hal, y yo estábamos volviendo a casa después de ver una película en un cine para adultos. Hal esta realmente cachondo, y yo también, tanto que mientras conducíamos de vuelta a casa le saqué la polla de los pantalones y se la estuve chupando mientras él me metía mano. Me puse tan caliente que le supliqué que me follase allí mismo. En cuanto pudimos, paramos el coche en un callejón oscuro y desierto, a un lado de la calle principal. Me dispuse a pasar al asiento trasero, pero Hal me sugirió que lo hiciésemos sobre el capó. El peligro de que nos pillasen me puso aún más caliente, y así que acepté su sugerencia.

Salí y me quedé de pie apoyada en el coche, mientras mi marido se aseguraba de que nadie podía vernos. Después, rodeó el coche hasta mí y me dijo que me quitase la blusa. ¡Y yo lo hice en un segundo! Me envolvió con sus brazos y me soltó el sujetador, dejando que mis generosos pechos de talla 100 colgasen libres. Mientras, yo sujeté su erección a través de los pantalones y la apreté con fuerza. Mi marido terminó de quitarme el sujetador, y comenzó a manosearme los pechos. Podía sentir como el flujo resbalaba entre mis piernas mientras chupaba mis pezones duros. Hal me dijo que me tumbase sobre el capó, para así poder follarme desde atrás. Yo me di la vuelta y me incliné, apoyando el torso en el metal aún caliente. Hal me aflojó la falda, le abrió la cremallera, y la dejó caer sobre mis pies. Tras ello, hizo descender mis bragas por mi culo, y las dejó caer también. Escuché cómo se bajaba la cremallera, y un instante después sentí sus manos recorriéndome la entrepierna. Saqué los pies de la ropa y separé las piernas para exponer mi coño expectante.

Gemí a mi marido, “¡Oh, sí! ¡Sí! ¡Fóllame, cariño! ¡Quiero tu polla follándome ahora mismo!

Se colocó justo detrás de mi chocho húmedo y me metió la polla. Escuché como lanzaba un gruñido, y a continuación comenzó a penetrar mi húmedo agujerito. La sensación de ser follada, al aire libre, sobre el capó de nuestro coche, me hizo ansiar la polla de Hal como un animal. Él me penetraba con empujones lentos y firmes, mientras me manoseaba los cachetes del culo. Enseguida me di cuenta de que Hal estaba perdiendo el control, y sus embestidas se volvieron más rápidas y más feroces.

Mi marido estaba follándome como lo hace justo antes de estar listo para correrse. Me atravesó con profundos ataques, haciendo que todo mi cuerpo rebotase hacia adelante con cada uno de ellos. Yo ya me había corrido una vez, y estaba en camino a tener otro orgasmo mientras la polla de Hal se deslizaba adelante y atrás sobre mi clítoris.

Justo cuando pensaba que iba a soltar su leche en mi interior, escuché voces de hombres, y sentí como Hal sacaba rápidamente la polla de mi coño. Levanté la cabeza y miré detrás de mi para ver a dos hispanos sujetando los brazos de mi marido mientras él trataba de liberarse. No sabía qué hacer, así que comencé a gritar con todas mis fuerzas y me incorporé del capó sobre el que había estado tumbada. Cuando ya casi me había puesto de pie totalmente, un tercer hombre apareció desde detrás de la pared del callejón y me empujó con fuerza entre los homóplatos. Caí hacia adelante sobre el coche, y mi mejilla golpeó contra el metal caliente.

El hombre que me había derribado mantuvo su mano firmemente sobre mi espalda, inmovilizándome sobre el capó. La intensidad del golpe que recibí hizo que dejase de gritar, inundada por una oleada de puro miedo. Escuché como uno de los hombres que sujetaba a mi marido decía “Bien, tío, ahora vas a ver como nos follamos a tu vieja”. El hombre que me sujetaba por la espalda dijo “Ahora mira atentamente, tío. ¡Creo que aquí a tu señora le va a gustar esto¡” Logré volver la cabeza sobre la otra mejilla, y vi como Hal me estaba mirando. Luchaba para liberarse, pero los hombres que le sujetaban eran demasiado fuertes. Sentí una mano deslizándose por mi culo, y escuché el sonido de una hebilla de cinturón y de una cremallera bajando. Estaba temblando de miedo y traté de ponerme en pie, pero la presión en mi espalda aumentó.



Comentarios Facebook

CANTI* no está en línea   Responder Citando

compartir
                 
remocion sep Gold sep Silver sep Donar

marcaNo Calculado   #1.5
SponSor

avatar
 
Me Gusta denunciando
Estadisticas
Mensajes: 898.814
Me Gusta Recibidos: 75415
Me Gustado Dados: 62988
Fecha de Ingreso: 02 jun 2006
Reputacion
Puntos: 1574370
Ayudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen camino
emoticon Re: Ataque en el callejón

 
Los mejores licores
 
   
   
_______________________________________________
Publicidad :)
conectado
 
Page generated in 0,05107 seconds with 12 queries