Mark Hunter comenzó el día como cualquier otro. Se levantó temprano y les sirvió el desayuno a sus hijos pequeños. El plato preferido de los chicos, como él mismo dijo, eran hasta ese día los cereales Rice Krispies.

Pero todo cambió cuando Hunter, de 42 años,descubrió un ratón muerto. Desde su casa en la localidad de Maida Vale, Londres, llamó a la empresa Kelloggs para denunciar la horrenda situación.

“Quedé muy shockeado porque ya había probado un bocado y estaba a punto de comerme un segundo”, dijo al diario The Mirror.

En ese momento “vi una figura oscura que apareció entre la leche, pero no me di cuenta de qué se trataba hasta que lo saqué con mi cuchara”, relató el hombre.

Según contó Hunter, desde Kelloggs admitieron que están horrorizados por lo sucedido y aseguraron que se dirigirán a la casa del damnificado para recoger el ratón y averiguar de dónde vino.

No es la primera vez que un ratón, u otros hallazgos repugnantes, aparecen en los alimentos producidos en el Reino Unido.

Hace tres años, una mujer en Devon encontró un ratón muerto en un frasco extra de salsa de curry especial de la marca Asda. En 2010, Hovis fue multada con £750 después de que un cliente compró un pan lactal que en su interior tenía parte de un guante de horno.

De este lado del Atlántico, en Florida, una mujer encontró una rana en una lata de Pepsi dietética y un hombre de Carolina del Norte descubrió un dedo cortado en una caja de helados.