Día 1. Él, después de tres años de enamoramiento, regalos, lindos detalles, poemas y mucha paciencia ha logrado establecer una relación amorosa con Ella. Por fin le dio el sí. Que alegría, que emoción, casi llora. Ella hermosa, una diosa hecha mortal, cabello castaño claro, ojos claros, sonrisa de comercial de crema dental y una simpatía increíble. Él ha vencido sus miedos y a sus rivales, ahora están juntos, sin obstáculos.
Día 7. Que amor rodea a está pareja, que romanticismo, que sueños los acompañan. Sus padres orgullosos y felices de la unión.
Día 21. Ahora presentes de 3 semanas, carticas de amor y tarjetas con chocolatinas.
Día 30. Un mes se pasó volando, pero que bello es el amor. Juntos de la mano, a cine, al parque, de una casa a otra, emparedados, tortas y malteadas de fresa.
Día 31. Le serpiente ha llegado al paraíso. Ocurrió en casa de ella. Sus sacos salieron a volar y él pudo ver su pecho y ella el de él, pero sus padres llegaron y arruinaron la unión carnal. El miedo le ganó y le hizo prometer a su nuevo novio que se aguantaran por el bien de los dos. Él aceptó.
Día 35. Él acepto pero debían hablar del tema. Si en verdad la quería debía aguantarse, pero no solo tocarla a ella sino a si mismo. Él había estado tranquilo durante 35 días, desde que eran novios, nada del llamado vicio solitario.
Día 37. Propusieron un día para el encuentro, ella quería una fecha especial, a él le daba igual. Qué tal su cumpleaños, que buen regalo, y sería en 15 días. Perfecto.
Día 42. Fiesta sorpresa. El tío se emborrachó, la prima le cayó mal la torta y un vidrio se rompió. Encuentro aplazado.
Día 43. Nueva fecha. Ahora el cumpleaños de él, en menos de tres semanas. Seguir aguantando.
Día 57. Nada de cine, solo ir al parque. Muchos amigos al alrededor. Seguir aguantando.
Día 60. Por fin su cumpleaños. La casa repleta de la familia, y la novia a un lado, acosada por las tías que vinieron exclusivamente a llevarle un saco de tres tallas más pequeña. El papá recogió a la muchacha. Ese día no se pudo, mañana ella le dará su regalo.
Día 61. Nunca comas más de la cuenta, que dolor de estomago en la madrugada. Ella apenas lo visitó durante 10 minutos, luego al hospital, el apéndice iba a explotar sino operaban (no era lo único que iba a explotarle sí seguía aguantando).
Día 68. Le duele hasta reírse porque los puntos no cicatrizan. Ella apenas lo consiente.
Día 71. Fuera puntos pero nada de movimientos bruscos dijo el doctor. El dolor hace olvidar el aguante, pero hay está.
Día 82. Nueva fecha: tres meses de noviazgo, que buena forma de celebrarlo.
Día 90. Lo siento, pero tiene el período, pasa cada mes.
Día 91. Empieza el tic nervioso en el ojo derecho.
Día 93. Empieza a pintar la casa, el tic continúa.
Día 95. Ahora parpadea intranquilamente, ella tranquila espera una fecha especial para por fin consumarse (no tiene afán).
Día 100. Ahora mantiene sus manos ocupadas en cerámica, plastilina y carpintería. Apenas la llama y salen a ver las estrellas junto con el perro que ella le regaló. Ya se acostumbró a su condición y ni pregunta.
Día 119. La serpiente regresó al paraíso. “¿Que tal mañana? No hay nadie en casa. ¿Qué se celebra? Nada especial, pero ya es hora”. Por fin.
Día 120. Todo listo, protección, vino blanco, velas, ropa interior nueva y limpia, perfume, goma de mascar, uñas cortas, afeitada con cuchilla nueva (donde sea necesario), enjuague bucal, nada de barros o espinillas. Ahora solos y desnudos, abrazos, besos y caricias. Torrente de pasión y fuego. El éxtasis llegó después de tanto tiempo pero oh sorpresa, protección rota, destrozada, en pedazos…simplemente toteó, no aguantó más.