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Antiguo 30-10-2012 , 12:57:57   #2
pipe333
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Predeterminado Respuesta: Mi compatriota la guerrillera

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El llamado ‘canciller’ de las FARC, que probablemente era el personaje más informado dentro de la guerrilla, se dio cuenta rápidamente del especial interés que Tanja había despertado en Europa. Había leído algunos artículos que circularon en las capitales europeas con motivo del hallazgo de los diarios. Le habían llegado varias peticiones de entrevistas a él y a Tanja de parte de canales de televisión, de periódicos y revistas. Se dio cuenta de que, bien manejada la situación, las FARC podrían seguir obteniendo frutos de la presencia de Tanja en la guerrilla. Y concluyó que matarla no iba a servir en la guerra prolongada de propaganda que las FARC ejercen en círculos europeos.

Entonces mandó razón a Mono Jojoy, jefe directo de Tanja, para que le perdonara la vida y lo hizo ver que sería mejor que la pusiera a trabajar en la guerra de propaganda de las FARC. No fue nada fácil convencer al Mono, no tan versado en los juegos de la “diplomacia”, más un tipo de plomo y plata, pero finalmente se impuso la voluntad de Reyes y Tanja pudo vivir. Claro, esto tenía un precio. A partir de ese momento, ella estaba baja la custodia directa del Mono, y tenía que ponerse a disposición del secretariado para cualquier requerimiento publicitario de la guerrilla.

El proyecto más ambicioso en este sentido era la publicación de otro libro, para contestar de alguna manera al libro de Valencia y Zumpolle, en donde la vida de Tanja, desde su primero contacto con Colombia, su práctica como profesora en un colegio en Pereira, hasta su vinculación definitiva en las FARC, fuera descrita como un epopeya revolucionara conservando cierto tono crítico para con las FARC.

Para ese fin dieron la oportunidad al periodista Jorge Enrique Botero de entrevistarse con Tanja en las selvas y construir una ‘visión’ fariana de los acontecimientos alrededor de la polémica Tanja. Entonces vio la luz pública un libro titulado “La vida no es fácil papi”, donde Tanja explica los motivos por los cuales se había alzado en armas, las razones porque el Mono Jojoy, recién muerto en un bombardeo, era para ella no menos que un héroe de la revolución y otros tipo de reflexiones que pretendía justificar la lucha armada en Colombia en pleno siglo XXI. También hubo espacio en el libro para repartir vainazos a personas que la guerrilla considera enemigos de la revolución, como la misma Liduine Zumpolle, a quien las FARC no perdonaron haber escrito el primer libro sobre Tanja, y tampoco les gustó su apoyo a guerrilleros en las cárceles colombianas que quieren desmovilizarse en vez de seguir los órdenes de los cuadros guerrilleros en los patios.

En Holanda el interés por la compatriota guerrillera no ha mermado y cualquier noticia sobre ella se convierte inmediatamente en un titular. A mí personalmente me da pesar que toda esta avalancha de noticias no haya llevado a un conocimiento más real de la situación en Colombia y que la información siempre se limite a los detalles picantes alrededor de la muchacha bonita con la AK 47 en sus manos.

El hambre por la chiva incluso llevó a un ‘respetable’ noticiero holandés a internarse en la frontera colombiano-ecuatoriano, donde Raúl Reyes les había prometido una entrevista exclusiva con Tanja, en casi el mismo lugar donde meses después perdería la vida en un ataque del gobierno colombiano. Sin embargo, al llegar al sito de encuentro se encontraron con la sorpresa de que Tanja no estaba, y que en lugar de una entrevista sensacional y exclusiva con la famosa guerrillera, tenían que soportar un monólogo de medio hora de parte de Raúl Reyes sobre las bondades de la revolución y los valores guerrilleros. Se perdió el tiempo y la plata que los comandantes de las FARC exigieron a los periodistas holandeses para tener acceso a la Tanja.

Tampoco la familia de Tanja, para no ir más lejos, se interesó en ningún momento por el daño que su hija estaba causando en Colombia. Su único interés fue averiguar dónde podría estar ‘nuestra’ Tanja y tratar de sacarla de allí y traerla salvo de regreso a Holanda.

Según fuentes confiables, Tanja ha hecho buenos progresos en la comandancia de las FARC: pudo asistir a ‘cursos de ascenso’ que ofrece el grupo guerrillero y también se sabe que tuvo una relación amorosa con un sobrino de Mono Jojoy. En la parte negativa de su hoja de vida estaban siempre su indisciplina y sus tendencias ninfómanas, que aparentemente le impiden escalar dentro de la jerarquía de las FARC.

¿Qué papel tendrá Tanja cuando la paz reine en Colombia y los guerrilleros hayan obtenido algún tipo de indulto o amnistía? ¿Qué haría esta chica holandesa que siempre soñaba de entrar triunfante por las calles de Bogotá, celebrando la victoria de la revolución? ¿Que haría cuando la aventura se haya acabado? ¿Será que podría contentarse con una vida pequeñoburguesa? ¿Perseguirá sus sueños revolucionarios en otras latitudes?

Una verdadera pesadilla seria el regreso de Tanja a Holanda: los medios la esperarían con ansiedad para que hablara de sus aventuras en las selvas de Colombia, las editoriales se pondrían en fila para poder publicar su autobiografía. En la cual ella en ninguna página mencionaría las minas anti personas que sembró, los soldados que mató, en otras palabras, seguramente no hablaría sobre su responsabilidad en esta oscuro época de la historia colombiana. Publicar un libro así, sería como que las FARC y la revolución armada tuvieran una segunda oportunidad sobre la tierra europea…

Nico Verbeek*
*Historiador holandés radicado en Medellín desde 1996. Traductor, profesor de holandés y escritor. Autor del libro "La mujer que quiso ser presidente", sobre Ingrid Betancourt, y colaborador en la investigación y traducción del libro de León Valencia y Liduine Zumpolle sobre Tanja.

Fuente: Semana.com

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