No puedo menos que sorprenderme por el conocimiento en armas que tienen los foristas, lo que me resulta apabullante ya que he sido incapaz de ahondar en esas materias, al extremo que no consigo diferenciar a un general de un portero de hotel, salvo por los gritos, ni tampoco un cohete de otro o un avión de guerra de otro, aunque debo reconocer que ya reconozco los tucanos y como ya los están fabricando en Colombia, igual ya sé qué son los drones.

Respecto al artículo, infortunadamente es sesgado, escrito desde el punto de vista sirio y al terminar crece la suspicacia porque como dijeron hace mucho, la primera víctima en una guerra es la verdad y en estos casos la información hay que cogerla con pinzas.

En estas guerras cada quien tiene sus intereses y como sucede en río revuelto, los pescadores tiran las redes para sacar las mayores ganancias, incluyendo Turquía que aún recuerda su paso espléndido cuando no era un mendigo a la puerta de la Unión Europea, sino un imperio con el que había que contar en el reparto del mundo.

Los dìas de Assad están contados y es apenas obvio que los turcos van a sacar su tajada, buscando ampliar su influencia en una época de reacomodo de poderes luego de que las placas tectónicas de la democracia conmovieran los añosos regímenes, aunque aparte de su destrucción nada distinto trajo al reemplazo de los autócratas caídos por los autócratas fundamentalistas.

Quizás el único perdedor sea Estados Unidos, explicable pues los dictadores que impulsó, sostuvo y fortaleció durante la Guerra fria para servir de talanquera a la influencia soviética, hoy se derrumban ante el crecimiento del fundamentalismo musulmán que busca recuperar el terreno perdido.