Denunciante Ultra
| Respuesta: "Creo en el infierno (…). Siento que tengo muchos pecados para pagar": Dania Londoño Si cobramos normalmente un millón, ahí le metemos doscientos o trescientos mil más, y como las prepagos somos pocas en Cartagena, porque lo que más hay es la prostitución de la calle y de los bares, entonces nosotras aumentamos nuestros precios. Cuando ocurrió lo que ocurrió, yo estaba en Tu Candela, una discoteca normal de Cartagena, que nosotras frecuentábamos mucho, un lugar que se abre de lunes a lunes. No nos habían llamado ese día, y cuando ocurre eso, que no te han llamado, y necesitamos dinero, o cuando queremos salir a divertirnos, muchas veces vamos a ese sitio, a ver qué. Oportunidades allí se presentan, de la semana, si vas todos los días, por hacer una estadística, mínimo dos… Se acercaron, nos gustaron, yo le eché el ojo a uno desde un principio, y mi amiga, la que estaba a mi lado, me dice: Ay, ese es chévere, justo el que a mí me había gustado. Yo le dije: Ajá, pero a mí también me gusta, vamos a ver cuál de las dos se va a quedar con el hombre, un poco mamando gallo. El tipo se acerca y comienza a hablar con ella, pero después salgo a bailar y él me mira, se levanta de la mesa, se pone a bailar conmigo. Entonces yo le dije a ella por señas: Mira, gané, es mío. Y bailando él se alza el suéter, algo así como un suéter, y tenía abdominales marcados, bailaba sexy. Me gustó, ¿para qué decir que no si sí? Para seducir a mí me gusta moverme el cabello con las manos, dejarlo que se me escurra entre los dedos, levantármelo, desnudarme el cuello. No me gusta vestir muy sexy, aunque a veces visto sexy, y cuando visto así me paso. Me miro en el espejo y me admiro cuando me visto de esa forma. Pero lo normal es ser normal, mi natural, que seduce mucho. Claro que ya en la situación me pongo perra. Cuando llego a un punto me ubico, digo voy a hacer esto, y a partir de ahí actúo como una perra. Porque sé que lo que más funciona es eso. Es transparente cuando un hombre se empieza a derretir por mí. Los hombres son evidentes, se ponen muy nerviosos, quieren ya hacer eso, se ponen como demasiado morbosos, te piden vamos a hacerlo, como niñitos ansiosos. Lo que más me gusta ahí es sentir cuando al hombre el pipí se le empieza a poner duro. Me hace sentir mujer, me digo cómo le gusto, le inspiro morbo, lo hago excitar rápido. Yo disfruto con eso, me da risa por dentro, me digo qué mala soy, cómo lo estoy calentando, cómo se pone arrecho. Él cree que yo también estoy arrecha porque me toco y me sobo, pero nada, yo estoy como si nada en el mundo. Solo es lo que hago para que él sienta eso. Para mí es lo más normal que el tipo se arreche por mí, que se le pare conmigo, que me la quiera meter. Pero si no se le para me siento frustrada, me pone mal, digo: ¿Será por mí o será que tiene problemas él?, me hago mil preguntas en el momento. Entonces le hablo muy directo, yo soy así. Le digo: ¿Es por mí? No, no es por ti, soy yo el del problema. ¿Y por qué? No, no sé, cualquier cosa me dicen, ayúdame. Los hombres son muy extraños…"
Última edición por Sanabria; 22-10-2012 a las 20:07:26 |