Ni todos los empresarios son buenos, ni todos los empresarios son malos. El país conoce el contubernio entre Fedegán y los paramilitares. Igual la persecución que ha habido contra los trabajadores bananeros so pretexto de expulsar a la guerrilla de Urabá.

Pero también se pueden dar ejemplos del otro lado como las buenas condiciones de quienes trabajan para Avianca, Bavaria o Nutresa, y así hasta el infinito, unos trampean, otros son correctos, y para eso está la ley, para proteger a los trabajadores y también a los que ponen el capital, con reglas de juego claras.

la idea no es satanizar sino construir una sociedad mejor donde todos ganen equitativamente. Ni lo unos se enriquezcan a costa de la mayoría, ni estos despojen acabando con la iniciativa privada, motor del desarrollo.

El nombre del juego es equidad. No igualando la pobreza ni privilegiando la excluyente riqueza.