Prepotencia ideológica



Jorge Restrepo

Que la opinión maneje evidencia impediría que la negociación dé pie a un torneo retórico entre extremismos zurdo y diestro, aunque sea por pareceres distintos.



Poco figura el peso de la ciencia en la superación del atraso ni en el progreso como equilibrio de opinión entre ciencia y especulación; en el subdesarrollo predominan interés e ignorancia sin la corrección de la prueba. En Colombia, con excepciones, dialogan poco lo que se cree o desea con lo que es, que en la negociación de paz puede privarla de criterio y desperdiciarla como reconocimiento y adopción de lo conveniente, empezando por desestimar el proceso en favor del resultado.
En la opinión nacional hay más prepotencia ideológica que análisis, contrariando el que algunos tienen razón pero ninguno toda; al discurso le falta contraponerle certeza empírica. Los extremos de izquierda y derecha dominantes en el conflicto se autoafirman con el sectarismo de discursos excluyentes, la intolerancia es patente incluso en nombre del libre pensamiento o expresión, comprensible en el oscurantismo pero ya no ante el acopio de información disponible. Iberoamérica aún padece haber escampado renacimiento, reforma, iluminismo, con lo que versiones y actitudes monológicas se preservaron, favoreciendo el dogmatismo autoritario, bloqueadas flexibilidad y actualización. No con motivos iguales, el 'mamertismo' criollo confunde en eso a diestros y zurdos de viejos y nuevos credos, anclado en el macartismo y la bipolaridad de guerra fría, reflejado en el congelamiento del conflicto más viejo del hemisferio.
Es tan dudosa la capacidad del conocimiento contra la barbarie, como si produce virtud por encima de la pasión y la necesidad, sobre si el saber social es capaz de reformar la comunidad; fue inútil en Roma y Bizancio, el del 98 y el 27 en España, el de Viena y Fráncfort que proponían pluralismo frente a la bestialidad que los arrolló, no obstante que la ciencia social sugiera cómo podría evitársela. Llegada aquí en el medio siglo la sociología o politología fueron acalladas por el fundamentalismo bipartidista y el unanimismo posterior frentenacionalista, dejando la opinión indocumentada sobre factores como si la quiebra liberal favoreció la reacción conservadora, la diferencia entre López y Santos o entre Gómez y Ospina, sobre cómo la acción intrépida de unos incentivó la de otros o cómo el Frente Nacional pactó mas forma que contenido por desconocer verdades. Si psicología o sociología, economía o historia, evidencian los traumas sociales, es desaprovechar la negociación incumbente resignar la realidad nacional y del conflicto a consignas, y que sus protagonistas ignoren causas y efectos de situaciones probadas. No obstante motivación diferente, el encierro ideológico lleva a extremismos similares, al voluntarismo de vías de hecho, a enfoques defectuosos, de los que es demostración por ejemplo el que existe sobre narcotráfico


Post scriptum: (Y no es propaganda de ningún tipo )