Detrás de los transgénicos hay muchos intereses, mucho dinero invertido, mucho por ganar y también mucho por perder. Pero dejando de lado lo económico, aún no se sabe si la manipulación genética de las especies vegetales, al ser consumidas por el hombre, pueden causarle algún daño, ya que son nuevas especies creadas en laboratorios con un riesgo mayor para la salud humana.

Pero aún no hay resultados concretos. Por ahora y después de años de estarlos consumiendo en Estados Unidos, no existen pruebas concretas que asocien a los transgénicos con alguna enfermedad. Lo que los medios científicos responsables piden es prudencia, investigar más, y como dice la UE, dos años es muy poco tiempo para una investigación seria y responsable que de resultados concluyentes.

Los caminos de la ciencia, infortunadamente, son lentos.