Denunciante Ultra
| 'Drones': asesinatos de consola
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5,00 | En una década, los bombardeos de aviones no tripulados han matado a más de 3.000 personas Esta semana, EEUU ha confirmado la muerte del número dos de al-Qaeda en Yemen, Saeed al-Shihri, junto a otras seis personas que viajaban con él en el vehículo bombardeado por un avión no tripulado (drone). En los últimos meses, EEUU ha intensificado sus incursiones por esta vía en territorio yemení; ya el año pasado acabó con la vida de Samir Khan, considerado uno de los máximos propagandistas de al-Qaeda. Estos drones, también llamados Vehículos Aéreos No Tripulados (UAV, por sus siglas en inglés), se diseñaron en el contexto de la guerra contra el terror, término acuñado en la Administración Bush para luchar contra la amenaza del terrorismo islámico, fundamentalmente al-Qaeda, y que se vio amplificado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, EEUU ya hacía uso de esta tecnología ante de los atentados a las Torres Gemelas. En el verano de 2001, la CIA ya bombardeó campamentos de entrenamiento utilizados por Bin Laden en Afganistán. Estas aeronaves no tripuladas son pilotadas por soldados cómodamente sentados, con aire acondicionado, como si de un videojuego se tratara, desde las instalaciones militares del estado de Nevada (EEUU). Las cifras de pilotos entrenados para controlar drones comienzan a superar a los de aviones convencionales. Si en 2005, el 5% de las aeronaves del departamento de Defensa de EEUU era no tripulado, ahora supera el 60%. Sin embargo, la tecnología de estos aviones, que para algunos oficiales estadounidenses se han convertido en "el arma más precisa en toda la historia de la guerra", ya han dejado tras de sí más de 3.000 muertes. Muertes, por otro lado, que se califican de ‘extrajudiciales' dentro de una guerra sucia, pues quienes mueren no han tenido el derecho de un juicio justo. En palabras del analista y experto en drones, Geoffrey Robertson (autor de Crímenes contra la Humanidad), "hasta la fecha, muchos de los asesinatos realizados por drones sólo se pueden calificar como ‘ejecuciones sumarias', pues se niega el derecho a la vida, la presunción de inocencia y el derecho a un juicio justo". En la pasada guerra de Libia (2011), se estima que cientos de estos aviones participaron en casi 10.000 misiones de ataque. El secretario general de la OTAN, Anders Rasmussen, hablaba entonces de operación de precisión casi quirúrgica, "sin bajas civiles confirmadas". Sin embargo, desde Human Rights Watch se aseguraría después que al menos 72 civiles fueron asesinados, entre los que se encontraban 24 niños y 20 mujeres. La OTAN rehusó investigar los hechos, alegando que no tenía permiso para investigar sobre el terreno, entre otras razones, porque nunca lo solicitó. El programa de drones, operado tanto por la CIA como por el Pentágono es secreto, si bien todas y cada una de las muertes extrajudiciales han de pasar ahora por el visto bueno de la Casa Blanca. Las primeras en llegar tuvieron lugar en 2003, en Yemen, cuando 400 personas murieron a manos de una de estas aeronaves. DIARIO PÚBLICO, 14 DE SEPTIEMBRE |