Creo en lo que veo. Las conversaciones se iniciaron con Alfonso Cano y pese a que fue dado de baja al igual que el Mono Jojoy, no se interrumpieron y durante los seis meses en que estuvieron reunidos en Cuba los delegados del Gobierno con los de las Farc la guerrilla sufrió importantes golpes y tampoco se levantaron de la mesa.

Esto implica, al menos, la voluntad de sentarse a conversar y, a diferencia de los otros procesos, en estos por primera vez se plantea que al firmarse la paz se entregan las armas, se desmoviliza la guerrilla y solo en ese momento se dará el cese del fuego bilateral.

De ahí a que se firme la paz está por verse pero creo que si se fue capaz de transitar por este complicado camino, debe ser por algo. Las farc con los diálogos no están logrando ventajas militares ya que la ofensiva sigue (hace unos días murió con 15 de sus hombres Danilo Ríos mano derecha de Timochenko) y políticamente sólo la conseguirán cuando se firme.

Por eso tengo un optimismo moderado de que este proceso puede culminar con la firma de la paz y creo que a las Farc les conviene hacerlo.