Razones del no
Por: SALUD HERNáNDEZ-MORA
Salud Hernández-Mora
Entregar a una banda terrorista más concesiones de las que marca la citada Ley, que ya es demasiado generosa, supone claudicar ante los violentos y despreciar a sus víctimas.
Siento utilizar este medio para conseguir una cita, pero me pide el favor una señora porque no encontró otra manera. Espero sepan disculparme los lectores por hacer de mensajera.
Le ruego al señor Sergio Jaramillo -que comprendo estuvo muy ocupado negociando con 'Catatumbo', Granda, 'París', etc., el nuevo proceso de paz con las Farc- tenga a bien recibir un minuto o contestar una llamada telefónica rápida a Silvia Serna
.
Es la mamá de Edson Páez Serna, secuestrado por el Frente 26 hace ahora un año, como bien saben en su oficina, porque ella habló varias veces con sus asistentes intentando llegar a usted.
Sólo necesita que les recuerde a los comandantes farianos -con el mayor respeto, no se vayan a molestar-, que prometieron no volver a secuestrar por razones extorsivas, que su hijo sigue cautivo pese a que ya pagaron los doscientos millones que exigieron como rescate. Ella cree que por haber cancelado lo acordado y por la famosa promesa, deben liberarlo. Está convencida de que si usted les lleva esa razón, Edson regresará a casa.
Ahora paso a escribir por qué considero un error esta negociación de paz conforme al documento que conocimos esta semana:
1) No hay la más mínima exigencia a las Farc antes de sentarse a la mesa. Ni siquiera algo tan sencillo como dejar de secuestrar. Supongo que no ponen condiciones porque saben que, aunque las Farc se comprometan, no cumplirán, lo que pondría el proceso en un stand by permanente.
2) Legitima la lucha de las Farc. Se sientan a hablar de tú a tú con el Gobierno imponiendo la agenda y la dinámica de los encuentros. Discutirán sobre política agraria y derechos de la oposición, como si fueran un grupo con ideología, representativo de la sociedad. Ya no son una organización criminal sin causa, como pensamos algunos (parece que muy pocos ya), sino un movimiento político con un fusil virtual.
3) Es una bofetada a las víctimas comenzar la discusión por la reforma agraria. Ellos, que desplazaron y secuestraron a ganaderos y campesinos, que robaron y mataron ganado por miles, que arruinaron millones de hectáreas con las minas antipersona, cultivos ilícitos y desplazamientos, que bombardearon y robaron fincas, asesinaron a labriegos, capataces y propietarios (y que todo lo siguen haciendo), van a debatir cómo sacar de la pobreza y la miseria al agro. Sencillamente, insultante.
4) Es un canto a la impunidad. Los expertos que favorecen la negociación insisten en que sería ilógico pedir cárcel para los comandantes porque, de hacerlo, no se sentarían a conversar. ¿Para qué firmamos los convenios de Roma y demás acuerdos si no los vamos a respetar?
5) La Marcha Patriótica, fundada y financiada por las Farc, es y será su brazo político. Ahora la fondean con dineros manchados de sangre y obligan a miles de campesinos a participar en sus recorridos a punta de fusil. Es decir, el país bendecirá el camino de buscar la participación en el sistema democrático por la vía de la fuerza de las armas y el terror. ¿Cómo explicar que los que firmaron el Pacto de Ralito de los paracos estén presos y los de la Marcha, no?
6) Es una falacia que suena muy bien afirmar que es mejor tener a 'Timochenko' en el Congreso que en el monte echando bala. Pero hay una alternativa mejor: en la cárcel ocho años, como señala la Ley de Justicia y Paz, y después en su casa, ojalá comprada con dineros no robados.
Entregar a una banda terrorista más concesiones de las que marca la citada Ley, que ya es demasiado generosa, supone claudicar ante los violentos y despreciar a sus víctimas.
NOTA. Juan Gabriel Uribe es un excelente aporte para cualquier gabinete, pero no para Medio Ambiente, materia que les importa a los gobiernos un soberano pepino.
Salud Hernández-Mora
@saludhernandezm
Fuente eltiempo.com