Hace mucho no vivo en mi querida Bogotá aunque sigo atento a su desenvolvimiento como ciudad y estos absurdos duelen porque son a costillas de sus habitantes.

Para agregar, simplemente, el absurdo de la nueva Troncal de Transmilenio, la de la 26, que termina un kilómetro antes del aeropuerto. ¿Por qué no se hizo la línea hasta allá? Se dice que porque unos son los terrenos del Distrito y los otros de la Nación y no existía acuerdo. Parece que se va a hacer. Mientras tanto se dice que se suple la falencia con buses alimentadores.