Por: Jahel Mahecha Castro
Dos congresistas pretenden abrirle paso a la bancada progresista de cara a las elecciones de 2014. Hoy la coalición no tiene personería jurídica.


Los senadores Jorge Guevara y Luis Carlos Avellaneda.
Unas semanas después de que el Polo Democrático Alternativo decidiera hacer oficial la salida de los senadores Luis Carlos Avellaneda y Jorge Guevara de la colectividad, los congresistas tomaron la decisión de darle inicio a la configuración del Movimiento Progresistas al interior del capitolio.
Desde el 20 de julio, ambos senadores se declararon integrantes y voceros de la bancada progresista, un movimiento político de centro izquierda y de carácter ciudadano, encabezado por el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro y el cual es coordinado en el orden nacional por el exconstituyente y exsecretario de Gobierno de Bogotá, Antonio Navarro Wolf.
El distanciamiento con el Polo Democrático, según los senadores, surgió ante la negativa del partido para apoyar al centro de la unidad, por su radicalismo y su actitud ‘blanda’ a la hora de condenar la lucha armada de la guerrilla. “El dogmatismo, el sectarismo, el canibalismo que existe dentro de la izquierda, ha sido muy perseverante en los últimos tiempos y eso no ha dejado prosperar un proceso unitario de la izquierda colombiana”, explicó el senador Avellaneda.
Por su parte, el presidente del Senado, Roy Barreras, recordó que los senadores, al haber sido expulsados del Polo, pueden constituirse como movimiento o adherirse a otro partido político y afirmó que tendrán todas las garantías para participar en los debates de control político y en las sesiones plenarias tal como lo hacen las demás bancadas partidistas.
Con el reconocimiento de la mesa directiva, Avellaneda y Guevara ya dejaron ver cómo se moverán para darle cuerpo jurídico a la coalición. En principio, promoverán un proyecto de ley para permitir la escisión o división de los partidos políticos y así lograr legalizar sus credenciales en nombre del Movimiento Progresistas. Si el proyecto llega a caerse, recurrirán a la recolección de firmas para que en definitiva tengan abiertas las puertas tanto en Senado como en Cámara para el 2014.
Los senadores esperan que la coalición tenga acogida dentro y fuera del Congreso con el fin de hacerle una “tercería” al santismo y al futuro candidato del uribismo de cara a las elecciones presidenciales de 2014. Para Avellaneda, la crisis de la izquierda es una buena oportunidad para que este nuevo frente político logre salir adelante: “si nosotros logramos sacar diversos candidatos del Polo, de Marcha Patriótica, del Progresismo, y plantearnos una consulta y acordamos con quien gane la consulta que vamos todos unificados, creo que tendremos la posibilidad de llegar a ser poder nacional”, afirmó el legislador, quien asegura que esta coalición ya cuenta con una intención de voto del 28%.
Sobre la discusión por el vacío jurídico para definir si las curules son del partido o de los senadores, los llamados ‘disidentes’ manifestaron que les pertenece y se amparan en el fallo emitido por el Consejo de Estado, donde se establece que la doble militancia no es causal de pérdida de investidura y que la participación en un movimiento ciudadano no configura una causa del doble militancia.
Según el senador Guevara, ya se están estructurando los cuadros directivos del movimiento y desde hace unos meses arrancó una gira por el país: “Haremos campaña con las tesis de la gratuidad del agua para los estratos 1 y 2, las rebajas de las tarifas de los servicios públicos y el fortalecimiento de la política social”.
El vocero del movimiento, Antonio Navarro Wolf, ve con buenos ojos la actitud de los congresistas y espera que en poco tiempo se empiecen a conformar los cuadros regionales. “En septiembre se llevará a cabo una asamblea distrital para elegir la dirección del Movimiento”, dijo Wolf y confirmó que los Progresistas cuentan actualmente con 1.250 delegados.
Aunque la presidenta del Polo Democrático, Clara López, manifestó que no se referirá a la creación de la bancada hasta que exista un documento oficial que la certifique, la consolidación de los Progresistas abre la puerta para una división entre las fuerzas de la coalición con la U.
Finalmente, el movimiento espera construir una bancada fuerte y una eventual campaña presidencial a la espera de que en dos años se tenga el mismo efecto ciudadano en las pasadas elecciones de Alcalde en Bogotá, donde Petro ganó con poco más del 30% de los votos.
Jahel Mahecha Castro | Elespectador.com