Volviendo al tema, dejando a un lado las idioteces regionalistas:

Ese gol tempranero fue mortal, un descuido, una oportunidad aprovechada y el baldado de agua fría. Después ver el desconcierto de Brasil, con todo el partido por delante, tratando de superar a una disciplinada zaga mexicana que por momentos hacía una doble línea de cuatro, con estupendo marcaje de zona, copando todos los espacios, o por momentos el hombre a hombre, para no dejar respirar a Brasil.

Pero no fue solo eso. Hay partidos como éste en el que todo le sale bien a uno de los equipos y a México todo le salía, el achique de los espacios, los pases de profundidad, el desmarque por la banda izquierda, el control del medio campo, la recuperación del balón, el taponamiento de su portería en el último cuarto de cancha. Sin ser contundentes, al término del primer tiempo sólo habían hecho dos disparos al arco, uno de los cuales convirtieron.

El segundo fue igual, e incluso se dieron lujos mayores yendo más al ataque mientras Neymar era bloqueado hasta por tres mexicanos cuando le caía el balón y sólo la solitaria batalla de Marcelo atrás, impulsando a su equipo y por la banda derecha Hulk tratando de sorprender eran la cuota que trataba de remontar un partido que minuto a minuto iba inclinándose a favor de México, con un Peralta inmenso, que aprovechó la pelota quieta para enfriar a los cariocas con un cabezazo espectacular. Dos goles en contra y Brasil comenzaba a decirle nuevamente adiós a la deseada medalla de oro.

Tal vez el hechizo se rompió cuando Hulk lanza un disparo cruzado desde la derecha y bate al portero manito, pero ya era tiempo de descuento y aunque los milagros existen en el fútbol, esta vez la virgen de Guadalupe impuso su ley y en los restantes segundos, un centro de Hulk que desaprovechó un compañero suyo sentenció el partido. Estupendo partido de los mexicanos que se batieron como leones ante un Brasil lleno de estrellas que no pudieron brillar porque no las dejaron.

Al margen: celebré el triunfo como propio, pese a que admiro a Brasil, pero me encanta el resurgir del fútbol mexicano.