Imagínense si les presentaría a Capriles Radonski a mis amigos de los Hells Angels
Por: Oscar Heck | Lunes, 06/08/2012 08:36 PM
Nunca en mis 35 años de haber trabajado/vivido en 34 países, he visto un grupo de gente tan enfermos mentalmente como los opositores venezolanos y venezolanas.

Crecí con criminales comunes y corrientes, y conocí traficantes de drogas, pasé 9 años con los Hells Angels en Quebec escribiendo poesía para sus novias, contraté pare gente de la mafia Siciliana en el ámbito de la construcción en Montreal, y me la pasé, durante 3 años, en un club de la llamada “mafia” Armeniana.

Viví en la calles, pero nunca robando ni pidiendo limosna. Viví la guerra del golfo en 1991. Trabajé como misionero, y casi fui cura.

Tuve amigos en Arabia, quienes eran Mujahedins, y pase tiempo con los Mohawk Warriors, lo que equivale a los Tupamaros. Pasé tiempo con los Crees y los Beduinos y los Berbers del norte de África, y transporté agentes de la CIA, la MOSSAD, mercenarios y soldados durante las guerras.

En todos esos años de aventura, nunca conocí tanta gente tan mentalmente enfermos como los opositores venezolanos – aquellos que niegan toda realidad – niegan las Misiones, niegan el éxito de PDVSA, niegan todos los hechos comprobados y evidentes de las Misiones sociales y morales de nuestra Revolución – niegan todos los estudios hechos sobre Venezuela por la ONU y por organizaciones extranjeras – niegan todo, como si fueran completamente ciegos y sordos, mentalmente enfermos – sin ofender a los que están verdaderamente enfermos.

Ahora, están negando todas las encuestas, y ademas están mintiéndoles a sus seguidores de manera tan descarada que la película parece ser una comedia de algún idiota que aun siendo un cómico famoso, nunca seria puesto al aire por ser demasiado ridículo.

Hay que ser verdaderamente embustero o idiota para votar por Capriles Radonski y su banda de payasos.

Existe una regla muy clara y precisa en la calle, dentro de la mafia Siciliana y los Hells Angels: Nunca se ofende, o se le roba a su madre, a las mujeres y los niños, y nunca se le miente a a nadie.

Imagínense si les presentaría a Capriles Radonski a mis amigos de los Hells Angels.

¿Pero por qué hablamos tan mal del candidato presidencial de la oposición venezolana?
Por: Oscar Heck | Viernes, 03/08/2012 07:49 PM
Decimos: Cabeza de calabaza, idiota, estúpido, ridículo, majunche, ojos de loco, hablapaja, sinvergüenza, loro, hipócrita, mentiroso, cobarde, ignorante, engañoski, enfermo mental, intelectualmente vacío, desalmado, explotador, hijo de mamá, vago, el nada, capitalista salvaje, vendepatria, apátrida, bobo, mamarracho, CAPriles - y otros adjetivos aludiendo al comportamiento de Capriles Radonski.

José Sant Roz recientemente escribió, y lo dice muy bien:

“Pero es que a leguas se ve que Capriles es impotente, y no puede hacer nada aparentar otra cosa. Ese mamucheo y esa soflama con la jeta; esa vocecita casi de adolescente, ese candungueo con las palabras que no dice nada, que no es ni chicha ni limonada. Ambiguo, fofo, voluble, frío, seco, ambivalente.”

¿Pero por qué hablamos tan mal del candidato presidencial de la oposición venezolana?

La verdad es que no hablamos mal de Capriles Radonski, ni hablamos con odio, simplemente decimos la verdad.


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