La Cancillería venezolana ratificó su postura en contra de la doble moral estadounidense. (Foto: Archivo)

Por medio de un comunicado, la Cancillería venezolana calificó como unilateral e injerencista el documento emitido por el Departamento de Estado de EEUU y reiteró su repudio a la doble moral de ese país, que critica a otras naciones mientras alberga a terroristas en su territorio.
El Gobierno de Venezuela rechazó este jueves “de la manera más firme y categórica”, el informe presentado por el Departamento de Estado estadounidense el pasado 31 de julio, en el que se acusa a la nación suramericana de “no cooperar completamente” en la lucha contra el flagelo internacional.

En un comunicado emitido por la Cancillería, Venezuela calificó como “falaz y calumnioso” el contenido del Informe sobre Terrorismo por Países 2011.

Del mismo modo, criticó que la nación norteamericana vuelva a demostrar su doble moral presentando “informes unilaterales e injerencistas en los cuales expresan una opinión tendenciosa y distorsionada sobre las políticas de otros países”.

“Es precisamente el Gobierno de ese país y su doble moral, el que ha sido ampliamente denunciado por Venezuela en las Naciones Unidas, por dar abrigo y protección a reconocidos terroristas internacionales”, agrega el texto mencionando los casos de Luis Posada Carriles y Raúl Díaz Peña.

Con estos argumentos, el país suramericano lamenta que “Estados Unidos mantengan la práctica de informes que no tienen ninguna validez pues se componen de información no verificada y, por lo tanto, son obviamente instrumentos políticos para la difamación”.

Por último, el ente de diplomacia, califica como “un acto inamistoso la publicación de este documento infame” y reiteró su rechazo, al tiempo que ratificó su reclamo a Estados Unidos “por seguir permitiendo que su territorio sirva de refugio a terroristas internacionales reclamados por la justicia venezolana”.

Este miércoles, Estados Unidos presentó su informe anual sobre los países que patrocinan el terrorismo en el mundo y lo enviaron al Congreso para que “tome medidas”.

El documento mantuvo por sexto año consecutivo a Venezuela como un país que “no coopera completamente” en la lucha contra el terrorismo, pese a que en el último año el país suramericano ha puesto a la orden de la justicia a 13 jefes de las mafias y bandas criminales que han sido buscados incluso por la Interpol (Policía Internacional).

La sanción contra el país caribeño se debe a que “ha continuado su cooperación económica, financiera y diplomática con Irán, así como limitados acuerdos militares”, lo que indigna a la nación norteamericana que insiste en amedrentar al país persa en contra de su política pacífica nuclear.

Desde el año 2006, cuando el presidente Hugo Chávez desvinculó a su país de la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (DEA, por su sigla en inglés), el gobierno venezolano ha entregado a las autoridades a 88 jefes importantes del tráfico ilícito de drogas.

En este sentido, el pasado 25 de julio, el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, dijo que “hoy la nación tiene su propia política antidrogas y el mundo entero reconoce el esfuerzo que Venezuela ha hecho en favor de la paz y la humanidad”.