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jodido_pateo
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Predeterminado Respuesta: La narcopolítica de Pablo Escobar, según el FBI

“Aló, Senador”

En las cientos de horas que el llamado Bloque de Búsqueda de la Policía Nacional le escuchó a Escobar Gaviria a través de diversos métodos de escucha, se encuentran algunas conversaciones con políticos antioqueños. Así lo revela el hoy ex coronel Hugo Aguilar en la extensa entrevista que le concedió al escritor German Castro Caycedo y que es la base de su nuevo libro Operación Pablo Escobar (Planeta 2012).

Aguilar narra que desde la clandestinidad, Escobar Gaviria daba instrucciones por teléfonos y radioteléfonos a sus hombres, les pedía informes, les hacía recomendaciones, particularmente sobre seguridad y tal como se infiere de varias conversaciones, llamaba también a algunos políticos antioqueños, a quienes les recordaba sus aportes. “Acuérdese que yo le colaboro con dinero cuando me pide, doctor”, referencia Aguilar en su conversión con Castro Caycedo. Una de las escuchas que más se destaca y que fue recordada por el ex oficial involucra a un Senador de la República y al narcotraficante antioqueño.

“-Necesito que me haga nombrar a un muchacho médico como subdirector de uno de los hospitales de Medellín. Usted recuerde que la campaña para el Senado la hizo con mi plata. Démele inmediatamente trabajo a ese muchacho.

-Si señor, cómo no, cómo no. Tranquilo que será nombrado inmediatamente. Eso está hecho, no se preocupe.

- Bueno, espero rápido ese nombramiento”.

Escobar buscaba con este Senador colocar a Conrado Antonio Prisco Lopera, integrante de una familia cuyos cuatro hermanos habían conformado una poderosa banda sicarial que estuvo al servicio del narcotraficante. La organización fue liderada por David Ricardo Prisco Lopera y de su grupo salieron los sicarios que asesinaron a Guillermo Cano Isaza, director de El Espectador.

El médico fue secuestrado el 16 de febrero de 1991 y su cuerpo sin vida fue hallado cinco días después en una vereda del municipio de Cocorná, en el oriente antioqueño. De acuerdo con información de la época, al momento de su muerte estaba vinculado al Instituto Metropolitano de Salud (Metrosalud) y quince días antes de su muerte había sido promovido a la Unidad de Capacitación de Enfermedades Diarreicas del Hospital San Vicente de Paúl. La muerte del médico Prisco Lopera hizo parte de la respuesta a la guerra declarada del Cartel de Medellín contra la extradición.

El documento del FBI destacaba que, para 1990, “el Cartel de Medellín se ha fragmentado como consecuencia de la presión aplicada” por las autoridades. Además, indicó que se estaban quedando sin sus antiguos socios: “muchos de los anteriormente cercanos aliados de Escobar han cortado el contacto de manera silenciosa y lo han dejado solo, por lo menos mientras continúen las hostilidades contra el Gobierno”. Lo que obligó al narcotraficante a formar “nuevas alianzas con otros grupos menos estridentes y a mover sus operaciones fuera de Colombia”.

Para esa época, Escobar Gaviria estaba ya en la clandestinidad y su captura obsesionaba a las autoridades estadounidenses. En las últimas líneas del mensaje enviado por los agentes del FBI a su oficina en Miami comentan alternativas que podrían ubicar al ‘capo’ y su reducido grupo, una de ellas era la de tener un estricto seguimiento a algunos restaurantes de la ciudad.

“Si Escobar y (otro cuyo nombre fue borrado) siguen adelante con su plan, el aumento de necesidades diarias como las comidas debería ser detectable”, reportaron los agentes federales, quienes dijeron que para esa época eran poco los restaurantes grandes en la ciudad, lo que significaba que “preparar una orden para treinta o cuarenta personas forzaría su capacidad normal y haría levantar las cejas”.

Lo que pretendían los agentes del FBI era detectar el aumento de las actividades en los restaurantes y “reconocer a los mensajeros de alimentos o guardaespaldas del grupo, quienes podrían ser vigilados hasta el escondite”.

Sin embargo, se requirió más que una estrategia de seguimiento a los posibles mensajeros que llevaban las comidas a las guaridas de Escobar Gaviria para acabar con el narcotraficante antioqueño, a quien no le alcanzó el blindaje a través del aporte a campañas políticas para evitar su derrota y su muerte en diciembre de 1993.

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"La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella"

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