¿Qué busca esa coalición que usted está dispuesto a convocar, ahora que anuncia su lanzamiento como candidato?
Entender que el país está esperando propuestas, ideas sobre cómo solucionar problemas muy difíciles, muy sentidos que tenemos. Y la convocatoria es esa. ¿Dónde están los ciudadanos? Sentémonos a trabajar en la construcción de una plataforma política que retome el tema de la seguridad, que lleve al tema de la inversión productiva incluyente, que piense en los jóvenes, que lidere para el país una verdadera transformación educativa, que coloque la educación como el pilar de la sociedad. Ese es el tipo de convocatoria que queremos hacer. La política, en esencia, tiene que producir esperanza. Y en particular para los jóvenes. Colombia es un país joven. Con un promedio de 27 años de edad. Esa es la única forma de transformar una sociedad.
¿Esta pelea tan dura entre Uribe y Santos no podría conducirnos, como dice Mauricio Vargas en una columna, a que por el camino de la polarización se nos cuele un populista?
No hay que tenerle miedo a la polarización en medio de unas discusiones civilizadas y democráticas. Una democracia se fortalece cuando hay discusión alrededor de ideas y propuestas. Las diferencias hay que llevarlas a las instancias que corresponden, y por eso hay que recuperar la credibilidad en las instituciones. Si eso no se da, pues ahí sí sería muy delicada esta polarización.
Usted es un hombre sensato y calmado...
Cierto. No he sido un hombre de peleas. Mi personalidad y temperamento se encaminan a ser un líder constructivo. Siempre estoy mirando hacia las cosas positivas. ¿Como podemos mejorar? Por eso me ilusiona comenzar este proceso de ganarme la confianza de los colombianos para ser el candidato del uribismo en el 2014.
Habla de polarizaciones peligrosas. ¿Qué tal una pelea como la que se ha abierto entre el expresidente Uribe y el ministro Vargas Lleras? ¡El segundo dice tener pruebas de que el hermano del primero montó un complot en su contra! ¿Y qué responde Uribe? Que si se toma dos aguardientes, le da un puño a un ministro de la Vivienda en la cara. ¿Qué tal eso?
Deplorables esas referencias al tema personal y la vida íntima. Si hay algo que afecta cualquier condición humana, es cuando se toca a los hijos, a los hermanos, a su núcleo familiar. Yo lo que entiendo es que el ministro Vargas ha pasado de agache frente a una responsabilidad enorme que no le ha explicado al país. Creo que fue el gran impulsor de la reforma de la justicia, y metió al Presidente en eso. Toda esta concepción de las cortes fue él quien la negoció fuertemente. No sé si sea una estrategia del Ministro para salirse de esa responsabilidad que tiene ante el país.