Médico colombiano afirma que ha practicado cerca de 100 procedimientos de eutanasia
Caracol | Junio 26 de 2012
El médico Gustavo Quintana dijo en Caracol Radio, que las personas que acuden al servicio de eutanasia “son personas que llegan al final de su vida con un gran sufrimiento y un gran dolor (…), como la vida es nuestra al menos deberíamos decidir cómo morir, cuando se puede”.
Paradójicamente este doctor que ayuda a morir expresó que lo hace porque “los médicos generalmente mandábamos a los pacientes desahuciados a morir en sus casas, en este momento yo consideró que debo acompañarlos en ese momento final, si por alguna razón acuden a mí”.
Agregó que “para mí el principio es cómo quisiera yo curar aún a mis pacientes terminales, pero cuando eso no es posible, cuando no hay medicamento alguno que mejore la condición de vida, mi obligación es acompañarlos a tener una buena muerte”.
El doctor indicó que para este procedimiento él no requiere la voluntad de la familia ya que lo practica solo si el paciente quiere, “lo único que se requiere es que haya un paciente consiente que pueda solicitarlo”.
“Se lo practicamos a quien desesperado en su dolor, en pérdida de su dignidad, cuando tiene que depender de todo el mundo; decide ir a la Fundación Derecho a Morir Dignamente para que desde ahí lo tratemos de ayudar”, expresó Quintana.
Explicó además que el procedimiento es con inyección letal, “la eutanasia es un proceso muy corto, cerca de 10 minutos, se emplea el mecanismo de inyección letal. Primero se seda al paciente, luego se le aplica un anestésico, el doble del que se necesita para una cirugía ya finalmente se le pone un medicamento que llega por vía venosa al corazón y sin que este sienta nada detiene el movimiento del corazón”.
Finalmente, el médico señaló que las personas acuden a él para “poder llegar a la muerte con posibilidad”, ya que los pacientes pueden despedirse de su familia, pedir perdón, expresarles sus sentimientos a seres queridos, se trata de “una posibilidad”, reiteró Quintana.
Fuente Caracol Radio
El doctor Quintana no lleva un registro escrito de los procedimientos que ha hecho. Pero de todos guarda recuerdos.
Uno de los más fuertes fue el caso de un bebé de apenas 11 meses.
Su madre lo consultó desesperada y él tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su carrera: aplicarle o no la eutanasia al paciente más pequeño que ha tenido en su vida.
"Ella vino a verme y me dijo que la única opción que le habían dado en un comité de ética médica era que aplicara la 'eutanasia pasiva'. Es decir, que dejara de alimentarlo hasta que muriera por inanición. Y todavía recuerdo lo que me dijo: 'doctor, ¿usted cree que yo puedo tolerar el llanto de mi hijo y dejarlo morir de hambre?'. Entonces recordé que debía meterme en los zapatos de mi paciente y pensar: ¿si yo fuera ese paciente pediría la eutanasia? Y la respuesta fue positiva".
Aunque la muerte asistida no dura más de 15 minutos, la etapa de preparación con la familia es lo más duro.
Fuente El Tiempo