La falta de petróleo puede estimular casos extremos de sinceridad. El mandatario de
Sudán del Sur, Salva Kiir, ha solicitado a
75 altos cargos que devuelvan los
4.000 millones de dólares que han robado al Estado
Cuando un país depende casi por entero del petróleo y se encuentra con que la
producción ha caído en picado por un conflicto con el país del que recientemente se independizó, es necesario encontrar una alternativa con urgencia.
En este caso, el
presidente de Sudán del Sur Salva Kiir ha decidido decir la verdad, y reconocer que sus colaboradores no hacen otra cosa que robar a manos llenas. Exactamente, 4.000 millones de dólares desde que el
país se independizara de Sudán en julio de 2011.
"Alrededor de 4.000 millones de dólares no aparecen debido a que han sido substraídos por ex y actuales altos cargos, así como individuos corruptos relacionados con miembros del Gobierno", denunció Kiir en la misiva. "La mayor parte de este dinero
se ha sacado del país y se ha depositado en cuentas extranjeras. Algunos lo han utilizado para comprar propiedades, pagadas al contado", denunció.
Kiir, a cambio, ha ofrecido una
amnistía a todos los funcionarios que hayan robado. A la espera de una respuesta, el presidente tiene el desafío de sacar adelante un
país con 8,6 millones de habitantes con uno de los
peores niveles de sanidad y educación del mundo, sin apenas infraestructura, y con el problema de que el
99% de los ingresos del Estado dependen del petróleo, aunque ahora se ha suspendido la producción por un conflicto con Sudán sobre el precio a pagar por exportar el crudo por los oleductos y puertos de ambos países.