Un nuevo caso de canibalismo se ha registrado esta semana en EE. UU. Un estudiante de 21 años de origen keniata se comió el corazón y parte del cerebro de su víctima.

Alexander Kinyua, como se llama el amante de la carne humana, ocultó las manos y la cabeza del hombre que le había servido de alimento en el sótano de la casa de su propia familia situada en un pueblo cerca de la ciudad de Baltimore.

La Policía pudo encontrar los restos humanos gracias a una llamada del padre de Alexander, que denunció que otro de sus hijos había hallado en el sótano dos latas con restos humanos.

Aunque los expertos no han anunciado todavía los resultados oficiales de la autopsia, se cree que las manos y la cabeza pertenecen a Kujoe Bonsafo Agyei-Kodie, un ghanés de 37 años, que fue declarado desaparecido el pasado 25 de mayo. Al registrar la casa de Kinyua, la Policía halló la cartera y el móvil de Kodie.

Alexander admitió ser el autor físico del asesinato de Kodie, a quien mató con una navaja.

Anteriormente esta semana otro caso de canibalismo perpetrado en Miami horrorizó a todo EE. UU. y recorrió los medios internacionales. El agresor, identificado como Rudy Eugene, de 31 años, se comió parte de la cara y los ojos de su víctima, un indigente de 65 años. Solo las balas de la pistola de un agente policial pudieron detener al caníbal, que murió en el lugar del delito. Su víctima se encuentra hospitalizada en estado crítico.