Respuesta: Las palabras de Uribe son una farsa de mal gusto: Roméo Langlois Un buen periodista debe tomar distancia de la noticia que pretende registrar o comentar.Involucrarse con los protagonistas le resta objetividad. Igual debe evitar entrar en polémicas que le pueden restar credibilidad. Su misión es ser los ojos y oídos de la gente, contarles lo que está sucediendo, darles los elementos de juicio para que cada quien saque sus propios conclusiones.
Yerra el ex presidente Uribe al tratar de tejer un manto de duda sobre el periodista francés, movido por el mal sabor que le dejó un fugaz encuentro que tuvo con Langlois en el que éste se mostró cortante en las preguntas que le dirigió, quizás porque iba predispuesto en contra de Uribe. Pero tratándose de éste no tiene la mayor importancia porque sus palabras ya se sabe que son subjetivas y que responden a su política de odios y amores en el que ha dividido al mundo.
Lo de Langlois es diferente. No debió haber respondido directamente a la calumnia, sino hacerlo con su visión periodística de los hechos que motivaron su secuestro y el análisis del conflicto colombiano desde la óptica de los periodistas independientes.
Es cierto que con el tiempo, algunos corresponsales de guerra tienden al facilismo y en vez de informar desde el sitio de los acontecimientos y consultando diversas fuentes, se limitan a reproducir los comunicados de una de las partes, en este caso del ejército colombiano, sin confrontar hasta dónde es cierto lo que allí se dice, provocando una distorsión de la verdad, pues al público llega sólo la visión de una de las partes.
¿Son verdaderas las victorias del ejército sobre la guerrilla? ¿Es cierto que todo el territorio nacional está en poder del Estado? ¿Es cierto que la guerrilla está desvertebrada hasta el punto de estar próxima a la derrota? ¿Son verdaderas las bajas reportadas?
Estas y muchas otras son las preguntas que deben responder los periodistas independientes y es su deber hacerlo con objetividad, de cara a lo que realmente está sucediendo. De ahí que se esté de acuerdo con el francés. La realidad del conflicto colombiano no se conoce en su verdadera dimensión, ya que sus protagonistas la disfrazan a su acomodo y los periodistas hacen eco de sus palabras.
Se necesitan los periodistas responsables que informen sobre lo que realmente está sucediendo. Ojalá lo de Langlois sea un llamado de atención a tomar distancia de los actores del conflicto y mostrar los hechos en verdadera dimensión.
Última edición por Heráclito; 31-05-2012 a las 17:33:06 |