Respuesta: La paz lejana En el derecho hay una frase lapidaria que sirve para la vida diaria porque a la larga es el resumen de la sociedad y sus conflictos: "más vale un mal arreglo que un buen pleito", pero en Colombia nos hemos enfrascado desde hace décadas en el pleito, en echar bala antes que echar lengua y como en todos los pleitos, los que salen perdiendo somos todos. Nunca, después de una guerra hay ganadores. Pierden tanto los vencidos como los vencedores y a la larga, unos y otros deberán unirse para construir el nuevo país.
Pero en este momento, ni la extrema izquierda cesa en sus acciones terroristas buscando una impensable victoria si no en el campo de batalla sí en la mesa de negociaciones, ni la extrema derecha que sabe los riesgos de construir un nuevo país en el que no tendrían cabida sus escandalosos privilegios que por siglos han mantenido la inequidad y el atraso en nuestro país, encabezados por un ex mandatario que lo único que persigue es llevar su venganza personal contra los asesinos de su padre y de paso resguardar los beneficios de sus patrones, los grandes señores feudales que gobiernan sobre vida y bienes en el agro colombiano.
Por fortuna las nuevas generaciones no quieren esta guerra absurda y comienzan a multiplicarse las voces que quieren la paz, camino lleno de espinas en la que todos los protagonistas deben ceder, a cambio de una ganancia mayor, un país en paz donde por fin el progreso y la equidad sean los pilares. Pero aún quedan los odios, los miedos y la sorda lucha por el poder y los privilegios que no quieren entregar. Falta mucho como lo dice el columnista. Infortunadamente. |