Los opositores sirios reciben ayuda del grupo terrorista Al Qaeda y la organización islamista Hermanos Musulmanes que operan en el Líbano, según denuncia Damasco ante la ONU.

“En algunas zonas del Líbano cercanas a la frontera con Siria se forma a elementos de Al Qaeda y Hermanos Musulmanes que ponen en peligro la seguridad de los ciudadanos sirios y trabajan para socavar el plan del enviado especial de Naciones Unidas”, dice una carta enviada al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Además, Siria asegura que en el Líbano existen depósitos de armas y municiones que llegan ilegalmente al país para ser introducidos luego a Siria en aviones o en barcos, camuflados como ayuda humanitaria para los refugiados.

Días antes, el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, también acusó a Turquía y Libia de armar a la oposición siria, que mantiene un conflicto bélico con las fuerzas gubernamentales que dura ya más de un año, lo que ha causado más de 10.000 muertes, según Naciones Unidas.

Aunque el mercado negro de armas libanés es de los más importantes de Oriente Próximo, se está quedando vacío por la gran demanda que hay en Siria. Una parte del armamento también llega a las manos de los rebeldes desde Turquía, Irak y Jordania. De hecho, algunos expertos y políticos internacionales creen que en el suministro de armamento a la oposición siria están implicados, aunque sea indirectamente, gobiernos extranjeros como los de EE. UU. e Israel.