LA CHEVROLET BLAZER, CON DETALLES PARA TENER EN CUENTA

Si usted está interesado en comprar camioneta 4x4 y está pensando en una Chevrolet Blazer, no deje de leer este artículo.


Antes de la apertura económica, las pocas unidades que de esta camioneta llegaban eran aquellas, o bien del servicio diplomático, o que algún adinerado traía al país.
En su totalidad eran de procedencia estadounidense, salvo algunas excepciones venezolanas, y siempre fueron reputadas por voraces a la hora de consumir combustible, aunque muy potentes en todos los terrenos.
A partir de 1992 se abren las fronteras colombianas a los productos del exterior y viene la nueva serie de Blazer, menos voluminosas pero con lo mejor en tecnología y comodidad, por lo cual son apreciadas tanto en mercado del nuevo como en el del usado.
Sin embargo, como es natural en cualquier modelo, aparecen algunos desajustes y anomalías mecánicas que vale la pena tener en cuenta cuando se vaya a comprar una.
Fortalezas De los 49 peritajes elaborados por la Autoferia de Autonal sobre camionetas Blazer entre 80.000 y 100.000 kilómetros, salta a la vista que en ningún caso se presenta consumo excesivo de aceite, lo cual representa un buen comportamiento del motor.
Solo hay fugas de aceite por la base del filtro en el 14 por ciento de las camionetas analizadas y en un solo caso hay fugas por el retenedor del cigeñal.
En cuanto a la caja de velocidades, el 12 por ciento acusa ruidos en los rodamientos, quizás por no cambiarle periódicamente el aceite, y el 10 por ciento emite rumbidos en la caja auxiliar.
Las transmisiones funcionan a la perfección, salvo que el 10 por ciento deja salir el aceite por el retenedor del speed trasero y en igual proporción por el semicarter de la principal.
El chasís no se ha desviado en ningún caso y la carrocería tiene los desajustes normales para este kilometraje.
Debilidades Si hay algo por qué molestan estas camionetas es por el soporte de la llanta de repuesto.
Al 45 por ciento de las camionetas hay que grafarle los puntos de apoyo pues, por el peso de la llanta, se suelta y comienza a hacer un ruido infernal.
Quizás por el peso del conjunto y por el mal estado de las calles, las suspensiones delantera y trasera requieren de mucho mantenimiento.
Al 20 por ciento hay que cambiarle los bujes de las ballestas; al 39 por ciento, las rótulas; al 69 por ciento, el compensador de la dirección; al 39 por ciento, los amortiguadores traseros; al 12 por ciento, las terminales de la dirección; al 22 por ciento, los bujes de la barra estabilizadora; al 18 por ciento, los rodamientos delanteros; y solo al 2 por ciento, los bujes de las tijeras.
Los frenos ABS, que son un poco largos, han sufrido malas modificaciones que inutilizan este importante sistema de seguridad en el 18 por ciento de los casos.
El 20 por ciento requiere del cambio del embrague y el 18 por ciento, de las crucetas del cardan.
A todas estas camionetas se hace necesario cambiarles anualmente la correa única y, de paso, revisar el patín tensor.