El Vaticano ha llamado al orden a las monjas de EE.UU. y ha pedido una profunda reforma de la Leadership Conference of Women Religious (LCWR), la organización que agrupa a la mayoría de las órdenes religiosas femeninas de EEUU, al considerar que su "situación doctrinal y pastoral es grave".
La Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), según informó Radio Vaticano, pretende "renovar" ese organismo, para alcanzar una "base doctrinal más sólida".
Con ese objetivo, ayer se reunieron en el Vaticano el prefecto de la Congregación, el cardenal William Levada, y representantes de esa organización y en la cita analizaron un informe sobre la "LCWR", realizado según los medios italianos por el obispo de Toledo (Ohio, EEUU), Leonard Blaire.
El informe se refiere a la asociación y no se ocupa de la fe y de la vida de las religiosas en esos institutos, "pero del mismo -subrayó el dicasterio, citado por Radio Vaticano- emergen problemas doctrianales serios que afectan mucho a la vida consagrada".
"El informe recoge posiciones no aceptables manifestadas en las asambleas anuales de la LCWR y posiciones de disenso sobre ordenaciones sacerdotales de mujeres, acercamiento pastoral a los homosexuales y afirmaciones de feminismo radical incompatibles con la enseñanza católica", precisó la Congregación.
Para lograr esa renovación, el Vaticano ha nombrado al arzobispo de Seattle, Peter Sartain, "delegado" para supervisar esa reforma.
El arzobispo informará a la Congregación, y ésta a dos dicasterios vaticano interesados, el de los Institutos de Vida Consagrada y el de los Obispos.
"La Santa Sede espera de esta manera contribuir al futuro de la vida religiosa de EE.UU.", precisó el Vaticano.