El sector que lucha por la independencia de Puerto Rico es sometido constantemente a represiones políticas por parte del Gobierno de Estados Unidos, sostiene Olga Sanabria, integrante del Comité de la isla en la ONU. Según ella, ya es un fenómeno "histórico".

El comentario se produce días después de que el presidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico, Francisco Torres, fuera detenido en un aeropuerto panameño, cuando volvía del XVI Seminario del Partido del Trabajo mexicano. El agente que lo detuvo, le comunicó que seguía instrucciones de un colega estadounidense, según Torres. Le permitieron continuar el viaje, pero al llegar a destino fue nuevamente intervenido. Lo registraron y fotocopiaron todos sus documentos, incluidas las tarjetas de crédito, sin disponer de una orden para ello, sostiene el dirigente nacionalista.

Según Sanabria, el movimiento independentista cuenta con numerosos casos de arrestos políticos y sus organizaciones son históricamente infiltradas por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI). La causa es muy simple: "Las inversiones de EE. UU. en la isla le brindan, aproximadamente, 40.000 millones de dólares anuales. Los intereses de EE. UU. están también en el campo militar y político".