Osama bin Laden pretendía, antes de morir, provocar una grave crisis en la Administración estadounidense. El líder de la red terrorista Al Qaida habría ideado un plan, que debía ser llevado a cabo por las células de la organización en Pakistán y Afganistán, para atacar el avión del presidente Barack Obama y del general David Petraeus, entonces el jefe de la OTAN en Afganistán.

«La razón para concentrarnos en ellos», explicó Bin Laden a uno de los dirigentes de la red terrorista, es que la muerte de Obama «convertiría automáticamente en presidencia a [el vicepresidente Joe] Biden» que, según el líder de Al Qaida, «no está en absoluto preparado para el puesto, lo que sumiría a EE.UU. en una crisis». Sobre la muerte de Petraeus, asesinarle «alteraría el curso de la guerra» en Afganistán, pensaba Bin Laden, según publica este viernes el diario estadounidense «The Washington Post».

Fuentes de la Administración de EE.UU. citadas por ese medio explican, no obstante, que esa trama no supuso en ningún momento una amenaza para la seguridad del mandatario.

El plan figura en una de las notas recuperadas del complejo en el que Bin Laden fue localizado y abatido en la localidad paquistaní de Abotabad, en la noche del 2 de mayo de 2011. El periodista del «Washington Post» David Ignatius explica que esos documentos, a los que ha tenido acceso a través de un oficial de la Administración estadounidense, han sido desclasificados recientemente y se pondrán próximamente a disposición de la población tanto en su versión original, en árabe, como su traducción al inglés.

El hombre en el que Bin Laden confiaba para ejecutar el plan, informa el «Washington Post», sería el terrorista paquistaní Ilyas Kashmiri. «Por favor, pedidle al hermano Ilyas que me informe de los pasos que ha tomado para llevar a cabo la misión», escribió Bin Laden a su lugarteniente Atiyah Abd al-Rahman. Kashmiri fue abatido por el ataque de un avión no tripulado de EE.UU. un mes después de la Bin Laden.